Un Misterio Asombroso
La Solemnidad de la Santísima Trinidad
“Ésta es mi sangre, sangre de la alianza, que se derrama por todos.” Marcos 14:24
Asombroso es una palabra que usó Clemente de Alejandría para referirse a la Santísima Trinidad. Las Escrituras de hoy narran historias asombrosas, desde Moisés en el Antiguo Testamento hasta el final del Evangelio de Mateo, de cómo nosotros meros humanos, estamos destinados a estar íntimamente asociados con nuestro amoroso Dios. Vemos en el libro del Deuteronomio que Moisés recuerda a la nueva generación de israelitas el hecho “asombroso” de que, aunque el mundo antiguo rebosaba con dioses, su Dios era el único Dios, que “no hay otro”. San Pablo en su carta a los Romanos escribe acerca de quienes siguen al Espíritu Santo como “hijos” de Dios, lo que por supuesto, nos convertiría en hermanos y hermanas de Cristo y, como dice, “coherederos con Cristo”. ¡Otra afirmación sorprendente! Por último, Cristo otorga el Espíritu Santo al mundo como su presencia continua y fuerza de revelación divina. ¿Cómo no asombrarse?
El Misterio es la Obra Maestra
La Santísima Trinidad es la verdad central y, de hecho, el misterio de nuestras vidas como creyentes en Dios. Aun así, pocos parecen ser capaces de hablar de ella. (¿O es “ellos”?) ¿Debemos conformarnos con tomar esta verdad como un objeto de fe que podemos ignorar fácilmente? ¡De ninguna manera! Estamos inmersos en la realidad trinitaria de muchas maneras. Por favor considera estos indicios de que Dios es más que una persona del Padre. Recuerda las palabras de Dios en las Escrituras cuando el mundo y todas sus maravillas fueron creados. La frase con la que empieza cada etapa de la creación dice: “Hagamos. . .” (Génesis 1:26). Esto no es simplemente el “Nosotros, la realeza”. Este es Dios como una pluralidad de Seres. En Isaías, los serafines claman: “Santo, santo, santo. . .” (Isaías 6:3). Este uso múltiple de una palabra (superlativo) en la región del mundo del Antiguo Oriente era usado tres veces, pero ¿por qué no considerarlo como un signo de la triplicidad de Dios? Y estas prefiguraciones del Antiguo Testamento no son nada comparadas con nuestra conocida fórmula bautismal: “Yo te bautizo en el nombre del Padre y, del Hijo y del Espíritu Santo”. Hay que notar que “nombre” es singular, y sin embargo se refiere a tres personas. Por último, como Cristo les dice a los apóstoles en el Evangelio de hoy, deben salir y enseñar en ese mismo triple nombre singular.
¿Bailamos?
El famoso icono del igualmente famoso iconógrafo del siglo XIV, Adrej Rublev, es una representación de la Trinidad densamente cargada de contenido simbólico. Los tres “ángeles” sentados en la mesa son en realidad el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Se relacionan entre sí con gestos amorosos, cada uno con el otro, a menudo descritos como “danzantes”. Y, sin embargo, este circulo triangular parece incompleto. De hecho, lo está. Como en una danza, somos llevados a la vida divina en el brazo trinitario de abundante gloria y armonía. Luego completamos el movimiento llevando ese amor encarnado al mundo, revelando el misterio a nuestras hermanas y hermanos a través de nuestras vidas.
Lecturas de la Semana
Lunes: Sof 3:14-18a o Rom 12:9-16; Is 12:2-3, 4bcd-6; Lc 1:39-56
Martes: Tob 2:9-14; Sal 112 (111):1-2, 7-9; Mc 12:13-17
Miércoles: Tob 3:1-11a, 16-17a; Sal 25 (24):2-5ab, 6-7bc, 8-9; Mc 12:18-27
Jueves: Tob 6:10-11; 7:1bcde, 9-17; 8:4-9a; Sal 128 (127):1-5; Mc 12:28-34
Viernes: Tob 11:5-17; Sal 146 (145):1b-2, 6c-10;Mc 12:35-37
Sábado: Tob 12:1, 5-15, 20; Tob 13:2, 6efgh-8;Mc 12:38-44
Domingo: Ex 24:3-8; Sal 116 (115):12-13, 15-18; Heb 9:11-15; Mc 14:12-16, 22-26
Los Santos y Otras Celebraciones
Domingo: La Santisima Trinidad;
Lunes: La Visitación de la Santisima Virgen María; Día de los Caídos; Novena Semana del Tiempo Ordinario
Martes: San Justino
Miércoles: an Marcelino y san Pedro
Jueves: San Carlos Luanga y compañeros
Viernes: Primer viernes
Sábado: San Bonifacio; Primer sábado