Español English María Inmaculada
Iglesia Católica / Pacoima, CA

Ser Levantados

La Exaltación de la Santa Cruz

En el Evangelio de hoy, Jesús le recuerda a Nicodemo cómo Moisés había “levantado la serpiente en el desierto”. Entonces dice Jesús, “así también es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado en alto, para que todo aquel que crea tenga por él vida eterna”. El evangelista claramente da a entender que este “ser levantado” de Jesús se refiere a su crucifixión. La serpiente que Moisés “levantó” está descrita en la primera lectura de hoy. El pueblo fue atacado por “serpientes de las llamadas ‘ardientes’”, y muchos murieron. Dios dijo a Moisés que hiciera una imagen de la serpiente y la pusiera en un palo y la levantara. Si alguno era mordido, miraba a la serpiente y se recuperaba. Jesús se “despojó de sí mismo, tomando la forma de un esclavo”. Levantado en la cruz, fue escarnecido y parecía el más despreciable de todos. Pero fue abrazando esta deshonrosa y penosa muerte que llegó a ser el portador de la vida eterna para todos nosotros. Al ser “levantado” cubierto de vergüenza fue también “levantado” glorioso y triunfante.

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Reflexionemos sobre la Palabra de Dios

Erich Segal murió a principios de 2010. Recuerdo cuando leí su bestseller Historia de Amor (Love Story) y cómo me conmovió su famosa frase “Amar significa no tener que decir nunca lo siento”. En el pasar de los años he llegado a no estar nada de acuerdo con eso. Creo que amar significa tener que decir lo siento y pedir perdón muchas veces en la vida. El Evangelio de hoy nos recuerda que amar también significa estar dispuestos a perdonar muchas veces en la vida. Le fallamos a otras personas. Pecamos contra otras personas. A veces lo hacemos deliberadamente y otras sin pensarlo, pero no obstante es doloroso para la persona afectada por nuestro pecado. ¿Es el perdón alguna vez fácil, especialmente cuando la ofensa es repetida? “¿Siete veces?”, pregunta Pedro. “Setenta veces siete”, contesta Jesús. Las lecturas de hoy nos ofrecen la mayor razón para perdonar a los demás: Dios nos ha perdonado a nosotros. Aún hay más. Dejar de perdonar significa permitir que el enojo y la ira envenenen nuestro corazón. Dejar de perdonar puede aprisionar a una persona con resultados de amargura y de venganza, y la muerte lenta del espíritu. Dejar de perdonar puede costarle más caro a la persona que ofende. Pablo nos dice que somos del Señor, que vivimos para servirle y para hacer su voluntad, que es la voluntad del Padre. Y la voluntad de Dios es que nos perdonemos los unos a los otros. Cuando el Señor resucitado se apareció por primera vez a los discípulos en el aposento alto les deseó la paz y les dio el poder del Espíritu para perdonar. Esta acción no está limitada a que vayamos a recibir el sacramento de la Reconciliación.

Vivamos la Palabra de Dios

Oramos para que se nos conceda el don del perdón, tanto de darlo como de recibirlo. Le pedimos al Espíritu Santo que nos empodere a fin de poder perdonar todo lo que el mundo juzga como “imperdonable”. Mientras que para nosotros puede parecer imposible, para Dios todo es posible.

Ver las Lecturas

Lecturas de la Semana

Lunes: 1 Cor 11:17-26, 33; Sal 40 (39):7-10, 17; Jn 19:25-27
Martes: 1 Cor 12:12-14, 27-31a; Sal 100 (99):1-5; Lc 7:11-17
Miércoles: 1 Cor 12:31 — 13:13; Sal 33 (32):2-5, 12, 22; Lc 7:31-35
Jueves: 1 Cor 15:1-11; Sal 118 (117):1b-2, 16ab-17, 28; Lc 7:36-50
Viernes: 1 Cor 15:12-20; Sal 17 (16):1bcd, 6-8b, 15; Lc 8:1-3
Sábado: 1 Cor 15:35-37, 42-49; Sal 56 (55):10c-14; Lc 8:4-15
Domingo: Is 55:6-9; Sal 145 (144):2-3, 8-9, 17-18; Fil 1:20c-24, 27a; Mt 20:1-16a

Los Santos y Otras Celebraciones

Domingo: La Exaltación de la Santa Cruz
Lunes: Vigésima Cuarta Semana del Tiempo Ordinario; Nuestra Señora de los Dolores
Martes: San Cornelio y san Cipriano; Día de la Independencia de México
Miércoles: San Roberto Belarmino
Viernes: San Jenaro
Sábado: Santos Andrés Kim Tae-gŏn y Paul Chŏng

Tesoros de Nuestra Fe

Durante todo el mes de septiembre se celebra el mes de la herencia hispana. Esta fiesta responde a una presencia hispana que tiene su inicio con la llegada de los españoles a la Florida en 1513, hace 501 años. Los españoles estuvieron en 24 de los ahora 50 estados de Estados Unidos. Eventualmente, como bien sabemos, Florida, el Suroeste y Puerto Rico pasaron a manos de los estadounidenses. Desde nuestra incorporación a este país hemos ido creciendo en presencia e influencia. La primera obra literaria en español publicada en EE. UU., fue un sermón de don José Agustín Caballero en 1804. En 1808 inició la prensa hispana en EE. UU. con el periódico El Misisipi en Nueva Orleáns. Este fue el primero de los medios de comunicación en español en esta nación. En 1822 se eligió el primer político Hispano como representante estatal de Florida. En 1865 la primera oficina para la pastoral católica entre los hispanos nombró al sacerdote Gabriel Serrano pastor hispanorium (pastor de los hispanos) en San Francisco, California. En 1970 el sacerdote Patricio Flores fue el primer hispano en ser consagrado como Obispo en y para Estados Unidos. En 1972 celebramos el Primer Encuentro Nacional de Católicos Hispanos donde nos auto nominamos un pueblo en marcha. Y seguimos caminando.

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