Español English María Inmaculada
Iglesia Católica / Pacoima, CA

Pedro y Cornelio

Domingo de Pascua

“El primer día después del sábado, estando todavía oscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba.” Juan 20:1

Nuestra lectura del Evangelio de Juan capta la confusión inicial de los seguidores de Jesús en la mañana de Pascua. María cree que el cuerpo ha sido robado, y los dos discípulos ven una tumba vacía, pero no lo entienden. Podemos simpatizar con su mala interpretación inicial, ya que están interpretando lo sucedido dentro de su forma de entender el funcionamiento del mundo: Jesús fue aplastado por las autoridades—fin de la historia. Las apariciones posteriores de Jesús cambiarán radicalmente su percepción de Dios, del mundo y de ellos mismos.

Este trabajo de reinterpretación del mundo a la luz de la muerte y resurrección de Jesús continúa hoy. En su pasión y muerte, Jesús mostró que el verdadero poder, el poder de Dios, surge a través de la humildad y el perdón. Nos unimos a la muerte y resurrección de Jesús cuando renunciamos a los atractivos del poder, el estatus y la comodidad, y abrazamos la no violencia, el servicio y la atención a los que sufren. El camino para traer la paz y la bondad al mundo
no pasa por buscar el control, sino por el amor sacrificado.

Cornelius the centurion kneeling in front of St. Peter

El discurso de Pedro en el pasaje de hoy de los Hechos resume el ministerio, la muerte y la resurrección de Jesús. El discurso se produce en el marco de su encuentro con Cornelio, un centurión romano y su familia. Podemos imaginarnos que somos Cornelio, guiado por Dios para escuchar la historia de Jesús. O podemos imaginarnos siendo Pedro, guiado por el Espíritu para compartir la Buena Nueva de Jesús. Como seguidores de Cristo, estamos llamados a abrazar ambas cosas, en nuestra imaginación y en nuestra vida.

Estamos continuamente llamados a escuchar la historia de Jesús. Sabemos que la Buena Nueva de Dios ha entrado en nosotros, pero también sabemos que no lo ha hecho. Hay mucho en nuestros corazones que necesita la conversión y pide la misericordia de Dios, por lo que siempre buscamos la palabra desafiante y sanadora de Dios. También estamos continuamente llamados a compartir la historia de Jesús, a veces directamente, pero más a menudo en nuestras acciones. Nuestras vidas pueden hablar del amor de Dios, sanando y animando a los demás. Somos tanto Pedro como Cornelio.

Lecturas de la Semana

Lunes: Hch 2:14, 22-33; Sal 16 (15):1-2, 5, 7-11; Mt 28:8-15
Martes: Hch 2:36-41; Sal 33 (32):4-5, 18-20, 22; Jn 20:11-18
Miércoles: Hch 3:1-10; Sal 105 (104):1-4, 6-9; Lc 24:13-35
Jueves: Hch 3:11-26; Sal 8:2, 5-9; Lc 24:35-48
Viernes: Hch 4:1-12; Sal 118 (117):1-2, 4, 22-27; Jn 21:1-14
Sábado: Hch 4:13-21; Sal 118 (117):1, 14-21; Mc 16:9-15
Domingo: Hch 5:12-16; Sal 118 (117):2-4, 13-15, 22-24; Ap 1:9-11a, 12-13, 17-19; Jn 20:19-31

Los Santos y Otras Celebraciones

Domingo: Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor; Domingo de Ramos en el calendario juliano
Lunes: Lunes de la Octava de Pascua
Martes: Martes de la Octava de Pascua
Miércoles: Miércoles de la Octava de Pascua
Jueves: Jueves de la Octava de Pascua
Viernes: Viernes de la Octava de Pascua; Viernes Santo en el calendario juliano; Día de la Tierra
Sábado: Sábado de la Octava de Pascua

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