Español English María Inmaculada
Iglesia Católica / Pacoima, CA

¿Oración Cristiana o Esotérica?

28vo Domingo del Tiempo Ordinario

“El auxilio me viene del Señor.”Sal 120

Muchos creen que son cristianos, pero aún no entienden lo fundamental del cristianismo y tienen una fe pre-evangelizada, como esotérica, pues buscan a Dios y acuden a Él desde el ego endiosado, creyendo que saben más que Dios, queriendo arrancar de Dios un favor, buscando en Dios un siervo que atienda sus súplicas subjetivas.

El cristiano verdadero no desconoce tanto a Dios para estar en ese nivel de egocentrismo, queriendo solamente un genio de la lámpara que le conceda sus deseos. El cristiano conoce un Dios amor, en el que puede confiar ciegamente aún más que en sí mismo, por eso quiere escucharle y hacer su voluntad.

El cristiano se sabe inmensamente amado por Dios, sabe que tiene más de lo que merece, y se sabe inmensamente bendecido. Está consciente de que está en esta condición humana a consecuencia del pecado, tomando la cruz cada día para seguir a Jesús y llegar al Padre. Acude a Dios buscando agradarle a Él, conocer su voluntad para cumplirla, para servirle. Y confía a Dios sus necesidades.

Si alguna vez se atreve a pedirle algo, es consciente de que Dios ama mucho más que nosotros y quiere todo bien mucho más que nosotros, por ello humildemente expresa como Jesús:

“Señor, si es posible aparta de mi este cáliz, o alivia a mi hijo, o ayuda a mi nuera, …. Pero no se haga mi voluntad sino la tuya.”Lucas 22,42

Con esa confianza ruega a Dios por un bien y luego añade siempre: hágase tu voluntad, como nos enseñó Jesús a decir también en el padre nuestro.

El esotérico ora para doblegar el brazo de Dios a la propia voluntad, está bien apegado a sus deseos y no los quiere soltar por nada, haría cualquier cosa, iría a cualquier santo, pagaría lo que sea para lograr ese deseo, pues se fía de sí mismo y de unas prácticas o ritos como solo debería fiarse de Dios. Esta persona no ha recibido aún la evangelización, la luz de Cristo, pues aún no se ha liberado de su ego, que es lo primero que requiere Jesús para poder ser sus discípulos:

“Déjate a ti mismo, toma tu cruz cada día y sígueme.”Lucas 9,23ss

El cristiano en cambio ora para doblegarse a sí mismo para hacer o para que sea hecha la voluntad de Dios. Él es Dios al que debo escuchar y seguir, al que debo servir, no El a mí. El me liberó del desorden egoísta, y por ello ya disfruto de amar, de ser amor, aun cuando me cuesta sacrificio, pues ya no vivo para mí mismo, y eso es lo más grande que he recibido de Dios, la liberación de mi ego, para buscar siempre su voluntad y agradarle a El más que a mí. Si aun estuviera centrado en mí no podría ni rezar el padre nuestro de corazón.

“Pues el amor de Cristo nos apremia, …y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos….”2 corintios 5,14s

“Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”Gálatas 2,20

Lecturas de la Semana

Lunes: Ef 2:1-10; Sal 100 (99):1b-5; Lc 12:13-21
Martes: 2 Tim 4:10-17b; Sal 145 (144):10-13, 17-18; Lc 10:1-9
Miércoles: Ef 3:2-12; Is 12:2-3, 4bcd-6; Lc 12:39-48
Jueves: Ef 3:14-21; Sal 33 (32):1-2, 4-5, 11-12, 18-19; Lc 12:49-53
Viernes: Ef 4:1-6; Sal 24 (23):1-4ab, 5-6; Lc 12:54-59
Sábado: Ef 4:7-16; Sal 122 (121):1-5; Lc 13:1-9
Domingo: Sir 35:12-14, 16-18; Sal 34 (33):2-3, 17-19, 23; 2 Tim 4:6-8, 16-18; Lc 18:9-14

Los Santos y Otras Celebraciones

Domingo: 28vo Domingo del Tiempo Ordinario
Lunes: San Ignacio de Antioquía; Día del Jefe
Martes: San Lucas, evangelista
Miércoles: Santos Juan de Brébeuf y Isaac Jogues y compañeros
Jueves: San Pablo de la Cruz

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