Concéntrate en la Misión
La vida avanza y va de prisa y no nos gana, tratemos de ir a su ritmo. Gracias a todos y todas nuestros(as) lectores que nos permiten llegar a sus hogares y corazones con estas palabras de vida y esperanza, que les permite estar informados de la vida litúrgica, pastoral, evangelizadora, material de nuestra comunidad de María Inmaculada.
Gracias a todos(as) agentes de Pastoral que hicieron posible un momento de alegría y camarería junto al P. William, que celebro 26 años de sacerdote y al P. Enrique por su tiempo con nosotros, pudimos de gustar de ricos potajes ofrecidos por los diversos grupos, animados por los Mariachis y las Chicas Sensación de Pacoima.
Tres meses les he acompañado como administrador temporal, gracias por hacerme sentir útil en la pastoral, la liturgia, evangelización, y en los mejores arreglos, pintado de la infraestructura parroquial; viajo el primer domingo de julio a Perú, a visitar a mi familia. ¡Con su permiso! Regreso en dos semanas y permaneceré junto a ustedes como asociado a nuestro Párroco P. Abel Loera. Me gustaría acompañar más de cerca la Catequesis Familiar. Espero contar con vuestras oraciones. Unidos en la oración del Padre Nuestro.
El Evangelio de este domingo nos recuerda las exigencias que deben de cumplir quienes continúan la misión de Jesús: les exige disponibilidad para abandonar la comodidad y la seguridad.
“Hay tantas cosas que hacer”. “Tenemos tan poco tiempo”. ¿Cuántas variantes de estas afirmaciones has oído o incluso dicho tú mismo? En realidad, ninguna de las dos es completamente verdadera. Hay muchas cosas que hacer en esta vida, pero realmente pocas cosas que son de vital importancia. Esforzarse, buscar, actuar en convivencia y preocuparse en pos del “desorden egoísta del hombre”, como nos dice san Pablo en la segunda lectura de hoy, no es en absoluto productivo. ¿Tan poco tiempo? Cuando tomamos la libertad que Cristo nos ofrece, tenemos todo el tiempo que necesitamos en este mundo y aún más en el que sigue. Eliseo, el sirviente elegido del profeta Elías, estaba un tanto aturdido sin saber qué debía hacer. Cuando Elías lo llamó, regresó a despedirse de sus padres y a darle comida a su gente. Sólo después lo siguió. Jesús nos pide algo diferente, algo digno de sus discípulos. Nos pide una determinación absoluta para dejar todo y seguirlo. Ahora, no después.
Por ultimo cuenten con nuestras oraciones, Que Dios los bendiga. P. Walter, y P. William
Lecturas de la Semana
Lunes: Am 2:6-10, 13-16; Sal 50 (49):16bc-23; Mt 8:18-22
Martes: Am 3:1-8; 4:11-12; Sal 5:4b-8; Mt 8:23-27
Miércoles: Acts 12:1-11; Ps 34 (33):2-9; 2 Tm 4:6-8, 17-18; Mt 16:13-19
Jueves: Am 7:10-17; Sal 19 (18):8-11; Mt 9:1-8
Viernes: Am 8:4-6, 9-12; Sal 119 (118):2, 10, 20, 30, 40, 131; Mt 9:9-13
Sábado: Am 9:11-15; Sal 85 (84):9ab, 10-14; Mt 9:14-17
Domingo: Is 66:10-14c; Sal 66 (65):1-7, 16, 20; Gal 6:14-18; Lc 10:1-12, 17-20 [1-9]