Español English María Inmaculada
Iglesia Católica / Pacoima, CA

La Vida Es Para Darla

17mo Domingo del Tiempo Ordinario

“Bendeciré al Señor eternamente.”Sal. 144

Al final de nuestra vida nos arrepentiremos de no haber dado más, de lo que no dimos. Como el que salvó a muchos judíos del exterminio nazi con dinero y al pasar la guerra lloraba por no haber salvado a más, lamentando no haber vendido sus anillos, sus vehículos, su casa para haber salvado a más gente.

El amor de Dios nos lleva a ser amor, a darnos en cuerpo y alma a Dios y a propagar su Reino, que surge como semilla en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado. Esa semilla es el Amor divino que nos libera de todo egoísmo y nos hace pensar siempre en como hacer el bien a los demás.

Lejos de permitirnos ser una carga para alguien queremos ser una bendición, alivio y consuelo para todos. No podemos permitirnos dar frutos amargos de ningún tipo, no queremos hacer daño alguno, pues Cristo nos puso el ejemplo, al igual que tantos discípulos fieles que lo han seguido fielmente, como los santos, y que se hacen dignos de ser imitados, por reflejarnos ese mismo amor divino que supieron recibir; por ello pudo decir San Pablo:

“Sean imitadores míos como yo lo soy de Cristo.”1 Co 11,1

Eso mismo estamos llamados a poder expresar todos los que queremos seguir a Jesús y llevar el nombre de cristianos. Para ello fuimos ungidos por el mismo Espíritu, que es el amor de Dios derramado en nuestros corazones, para que amemos como Jesús nos amó, hasta dar la vida si fuera necesario, pero solo seremos capaces de darla si la vamos dando día a día, no viviendo para nosotros mismos sino para El que murió y se entregó por nosotros (cf. 2 Co 5,15).

“Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismo; pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos; por tanto, ya sea que vivamos o que muramos, del Señor somos. Porque para esto Cristo murió y resucitó, para ser Señor tanto de los muertos como de los vivos….”Romanos 14,7ss

La pasión de amor que Dios nos comparte por su Espíritu nos impulsa a darnos totalmente, a entregarnos por amor a Él, día a día, pues es lo que nos pide en el primer mandamiento de amarle con toda la mente, corazón, cuerpo y alma. Es lo que nos da la verdadera felicidad, el hacer todo con amor, nuestro servicio y trabajo cotidiano es un modo de amar a Dios y al prójimo, por eso lo vivimos con amor y gozo.

Y nos hizo participes de esa misma vida divina, por su Espíritu Santo, para que amando como El, recibamos más bendiciones suyas y seamos bendición como El lo es para nosotros.

Lecturas de la Semana

Domingo: 2 Re 4, 42-44/Sal 144, 10-11. 15-16. 17-18 (ver 16)/Ef 4, 1-6/Jn 6, 1-15
Lunes: Jr 13, 1-11/Sal 31, 18-19. 20. 21/Jn 11, 19-27 o Lc 10, 38-42
Martes: Jr 14, 17-22/Sal 78, 8. 9. 11 y 13/Mt 13, 36-43
Miércoles: Jr 15, 10. 16-21/Sal 58, 2-3. 4. 10-11. 17. 18/Mt 13, 44-46
Jueves: Jr 18, 1-6/Sal 145, 1-2. 3-4. 5-6/Mt 13, 47-53
Viernes: Jr 26, 1-9/Sal 68, 5. 8-10. 14/Mt 13, 54-58
Sábado: Jr 26, 11-16. 24/Sal 68, 15-16. 30-31. 33-34/Mt 14, 1-12
Domingo Siguiente: Ex 16, 2-4. 12-15/Sal 77, 3-4. 23-24. 25. 54 (24)/Ef 4, 17. 20-24/Jn 6, 24-35

Conmemoraciones de la Semana

Domingo: 17mo Domingo del Tiempo Ordinario
Lunes: Santos Marta, María, y Lázaro
MartesMiércoles: San Ignacio de Loyola, sacerdote
Jueves: San Alfonso María de Ligorio, obispo y doctor de la Iglesia
Viernes: San Eusebio de Vercelli, obispo; San Pedro Julián Eymard, sacerdote
Domingo Siguiente: 18vo Domingo del Tiempo Ordinario

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