Español English María Inmaculada
Iglesia Católica / Pacoima, CA

Vive los Valores del Cielo

Decimoctavo Domingo del Tiempo Ordinario

“Eviten todo clase de avaricia, porque la vida del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea. Lucas 12:15

Los cristianos somos llamados a procurar los valores del cielo más que cualquier valor de este mundo pasajero. Busca primero el Reino de Dios,… Mt 6,33. Somos ciudadanos del Cielo. Estamos en el mundo, pero no somos del mundo.

Si han resucitado con Cristo, busquen los valores de arriba, no los de la tierra… Pues han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios. (Colosenses 3,3)

Somos resucitados con Cristo desde el bautismo, por ello ya no podemos mandarnos solos, le pertenecemos a El. Romanos 14,8ss:

“Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven… Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.”

No somos dueños de nada, ni siquiera de nosotros mismos, somos de Dios. Debemos ser buenos administradores de los talentos que Dios nos ha dado a cada uno para multiplicarlos, poniéndolos al servicio de los demás. Solo así podremos entrar al gozo del Señor (cf. Mateo 25,14ss.).

No se trata pues de acumular valores de este mundo terrenal, ni materiales, ni titulos, honores o riquezas o placeres, reconocimientos, aplausos,… eso no es lo que da sentido, realización y felicidad a la vida, esto es nada comparado con lo que a Dios quiere para nosotros, vida en abundancia, plena y eterna. Y esta se recibe confiando en El, con fe verdadera, haciendo su voluntad, haciéndole caso; solo esto nos hace sus íntimos, su padre, madre, hermano, amigo. Solo esto es valor verdadero, lo que nos da el gran premio de la vida eterna, sin la cual ¿de qué nos serviría ganar el mundo entero si perdemos la vida? Esta es, pues, la única cosa necesaria que le menciona a Marta y María, ante la cual vale la pena dejar cualquier otra cosa por importante que sea.

Todo valor terrenal es temporal y pasajero, y es nada comparado con lo que Dios nos quiere dar en su Reino eterno, por el que deberíamos afanarnos mucho más que por todo lo de este mundo. Lucas 12,19ss.

“Entonces yo conmigo hablaré: Alma mía, tienes aquí muchas cosas guardadas para muchos años; descansa, come, bebe, pásalo bien.» Pero Dios le dijo: “¡Pobre loco! Esta misma noche te reclaman tu alma. ¿Quién se quedará con lo que has preparado?”Esto vale para toda persona que amontona para sí misma, en vez de acumular en lo valioso ante Dios.”

HAZNOS SABIOS SENOR PARA RECIBIR TUS DONES.

Lecturas de la Semana

Lunes: Jer 28:1-17; Sal 119 (118):29, 43, 79, 80, 95, 102; Mt 14:13-21
Martes: Jer 30:1-2, 12-15, 18-22; Sal 102 (101):16-21, 29, 22-23; Mt 14:22-36 o Mt 15:1-2, 10-14
Miércoles: Jer 31:1-7; Jer 31:10, 11-12ab, 13; Mt 15:21-28
Jueves: Jer 31:31-34; Sal 51 (50):12-15, 18-19; Mt 16:13-23
Viernes: Nah 2:1, 3; 3:1-3, 6-7; Dt 32:35cd-36ab, 39abcd, 41; Mt 16:24-28
Sábado: Dn 7:9-10, 13-14; Sal 97 (96):1-2, 5-6, 9; 2 Pe 1:16-19; Lc 9:28b-36
Domingo: Sab 18:6-9; Sal 33 (32):1, 12, 18-22; Heb 11:1-2, 8-19 [1-2, 8-12]; Lc 12:32-48 [35-40]

Los Santos y Otras Celebraciones

Domingo: Decimoctavo Domingo del Tiempo Ordinario
Lunes: San Alfonso María de Ligorio
Martes: San Eusebio de Vercelli; San Pedro Juliano Eymard
Jueves: San Juan María Vianney
Viernes: Dedicación de la Basílica de Santa María la Mayor en Roma; Primer viernes
Sábado: La Transfiguración del Señor; Primer sábado

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