Un Vacío en el Alma
Decimoséptimo Domingo en Tiempo Ordinario
No hay palabras para agradecerles todas sus oraciones y apoyo durante todo este tiempo tan difícil para mi y mi familia. La perdida de un ser querido siempre es difícil de asimilar dejando un gran vacío en el alma y el corazón. Pero cuando se trata de una madre, el dolor es aun mas grande. Pienso que solamente aquellos que han pasado por esta experiencia lo pueden entender. Por esta misma razón, estoy profundamente agradecido a Dios por todas las oraciones y muestras de afecto, su generosidad y apoyo que hemos recibido. Si es verdad, la pena y el dolor son muy grandes; sin embargo nuestra fe y esperanza los son también. Tenemos que recordar que para nosotros los que creemos en Cristo, la muerte no tiene la ultima palabra. Nosotros pertenecemos a Cristo el camino, la verdad, y la vida. Así mismo, tenemos que recordar que todos somos peregrinos y nos dirigimos a nuestro verdadero hogar que es la casa del Padre. Ahí es donde ahora esta mi madre y ahora vivirá en mi en maneras que nunca hubiera imaginado así como mi papa siempre lo ha estado. Ahora están juntos abrazados por Dios en su infinito amor. Quiero agradecer de una manera especial a Padre Walter y Padre Jey por todo el apoyo fraternal que me han brindado y por hacer la novena por mi mama. A todos ustedes mis queridos feligreses por sus incesantes oraciones desde el día que mi madre se empezó a enfermar y por toda la lluvia de oraciones, apoyo y amor y generosidad después de su fallecimiento. Siempre voy a mantener en mi corazón todos sus gestos de bondad y compasión hacia mi y mi familia. Una vez mas, de parte de mi y de toda mi familia les agradecemos profundamente por todo el apoyo brindado. Espero regresar pronto a la parroquia de María Inmaculada, mientras tanto esta en mis oraciones y los extraño. Dios los bendiga.
“Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados” Mt. 5:4
Lecturas de la Semana
Lunes: Ex 32:15-24, 30-34; Sal 106 (105):19-23 o Sal 34:2-11; Jn 11:19-27 o Lc 10:38-42
Martes: Ex 33:7-11; 34:5b-9, 28; Sal 103 (102):6-11; Mt 13:36-43
Miércoles: Ex 34:29-35; Sal 99 (98):5-7, 9; Mt 13:44-46
Jueves: Ex 40:16-21, 34-38; Sal 84 (83):3-6a, 8, 11; Mt 13:47-53
Viernes: Lv 23:1, 4-11, 15-16, 27, 34b-37; Sal 81 (80):3-6, 10-11ab; Mt 13:54-58
Sábado: Lv 25:1, 8-17; Sal 67 (66):2-3, 5, 7-8; Mt 14:1-12
Domingo: Ecl 1:2; 2:21-23; Sal 90 (89):3-6, 12-14, 17; Col 3:1-5, 9-11; Lc 12:13-21