El Amor está en la Acción
Trigésimo Domingo del Tiempo Ordinario
¿Recibes la palabra de Dios con gozo, al igual que hicieron los tesalonicenses? Su fe se reflejó en sus acciones. Se convirtieron en ejemplo para otros creyentes. La primera lectura nos dice que pongamos nuestra fe en acción. Este pasaje es parte de una larga lista de reglas que Dios impone a los israelitas para su observancia y para respetar su Ley. Dios nos juzgará por cómo nosotros tratamos a nuestros semejantes. Dios escuchará los llantos de todo aquel al que desatendemos o maltratamos, y vendrá en su defensa. En el Evangelio de hoy, los fariseos plantean la cuestión de la Ley de Dios. “¿Cuál es el mandamiento más importante de la Ley?” (Mateo 22:36). ¿Cómo es posible que él pueda elegir de entre todos los detallados mandamientos que los judíos observaban? ¡Sin duda que ofendería a alguien con su respuesta! Sin embargo, Jesús fue derecho al grano. El amor es el más grande de todos los mandamientos, el amor de Dios y el amor del prójimo. Todo lo demás se basa en esto.
Vamos a Reflexionar sobre la Palabra de Dios
Un cordial y fraternal saludo a todos y todas ustedes queridos amigos (as) en el Señor a nombre del P. Cesar y el P. Walter.
En este Trigésimo Domingo del Tiempo Ordinario reflexionaremos sobre el tema una “labor de amor.” En la Primera lectura del Éxodo: “Si el pobre me implora,
lo escuchare, porque soy compasivo.” ¿Cuantas personas conoces que puedes describir con la palabra compasiva?… La segunda lectura dela Carta de Tesalonicenses: Por tu bien, sabes qué tipo de personas te rodean… ¿Hay alguien a quien le debas tu gratitud o tus oraciones?…
En el Evangelio de Mateo: “Deberás amar al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, alma y mente.” ¿De cuantas formas has expresado tu amor hoy? ¿Quienes son los beneficiarios de tu amor? Les damos las gracias a todas las personas que a lo largo de la fiesta en honor a San Judas Tadeo que desplegaron una labor de amor a Dios, a su comunidad, y a su iglesia. Que el Señor de la vida, los siga bendiciendo con abundantes gracias.
Vivamos la Palabra de Dios
Amar es difícil, sobre todo cuando nos han herido. Pídele al Espíritu Santo que te conceda “el fuego del amor de Dios”. Recurre al Espíritu para que te haga más profundamente consciente del amor de Dios por ti, que te ha demostrado al darte la vida y los dones de la fe, la esperanza y el amor.
Lecturas de la Semana
Lunes: Ef 4:32 — 5:8; Sal 1:1-4, 6; Lc 13:10-17
Martes: Ef 2:19-22; Sal 19 (18):2-5; Lc 6:12-16
Miércoles: Ef 6:1-9; Sal 145 (144):10-14; Lc 13:22-30
Jueves: Ef 6:10-20; Sal 144 (143):1b, 2, 9-10; Lc 13:31-35
Viernes: Fil 1:1-11; Sal 111 (110):1-6; Lc 14:1-6
Sábado: Apo 7:2-4, 9-14; Sal 24 (23):1-6; 1 Jn 3:1-3; Mt 5:1-12a
Domingo: Sab 3:1-9; Sal 23 (22):1-6; Rom 5:5-11
Los Santos y Otras Celebraciones
Domingo: Trigésimo Domingo del Tiempo Ordinario; Domingo del Sacerdocio; Día de la Juventud en Estados Unidos
Martes: San Simón y san Judas, apóstoles
Viernes: Halloween
Sábado: Todos los Santos; Primer sábado
Tesoros de Nuestra Fe
En tiempos pasados, cuando los fieles latinoamericanos se enfermaban gravemente se mandaba traer al sacerdote para que le administrara los “santos óleos” o la
“extremaunción”. Nadie quería ver a un sacerdote acercársele con los óleos porque significaba que uno estaba por morir. Gracias a Dios, las reformas del Concilio Vaticano II han regresado al sacramento de la Unción de los Enfermos su sentido original. Este sacramento es celebrado para todos los que tengan alguna enfermedad seria, aunque no sea de muerte. El sacramento es para pedir consuelo para el enfermo y si es voluntad de Dios, la salud. Este sacramento no debe ser reservado para preparar al paciente para la muerte. Santiago, en su carta a los cristianos, nos dice que si uno de nosotros está enfermo que llame al presbítero de la Iglesia para que lo unja con óleo o aceite santo. Y añade que la oración hecha con fe perdonará los pecados del enfermo y lo sanará para que recupere su vida cotidiana. Este sacramento, como todos los sacramentos, son para la vida, tanto la vida cotidiana como lo vida eterna.