Español English María Inmaculada
Iglesia Católica / Pacoima, CA

Madre Amorosa, Ruega por Nosotros

3er Domingo de Adviento

“Ven, Señor, a salvarnos.”Sal. 145

En este tiempo de Adviento el mejor regalo que podemos tener es el de María, la Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra, pues con su amor maternal que tiene por cada uno de nosotros, nos ayuda a prepararnos para el nacimiento de Cristo en nosotros, y para su segunda venida, como lo está haciendo con sus diversas manifestaciones por toda la humanidad.

Ella preparó la primera navidad, el nacimiento de Cristo, nuestro Redentor y Salvador. Lo preparó tanto en su corazón y vida, como materialmente, pese a las vicisitudes y adversidades que tuvieron que enfrentar, como seres humanos en la imperfección de este mundo. Les tocó someterse a los mandatos del imperio romano invasor, lo cual hizo que no pudiera nacer apaciblemente en su pueblito de Nazaret; después la persecución de Herodes que quería matar al nuevo rey de los judíos, etc.

Estas historias de como fue la venida del Hijo de Dios nos dejan grandes lecciones. No es que Dios quiera, ni mucho menos provoque, las adversidades que nos toca atravesar en este mundo, pero nos enseña a aceptarlas con fe y esperanza, a vivirlas como hijos de Dios, y es así como atravesaremos las tormentas y tempestades que podemos sufrir en este mundo y llegaremos a la gloria de la resurrección como vemos llegar a la Sagrada Familia, después de tantas pruebas en este mundo.

María vivió la verdadera libertad, la que viven todos en el Reino de Dios, los que ya están en la verdad, los que aman a Dios y le dan el primer lugar en sus vidas, como se lo dio María. Pudo elegir la desobediencia, como ser humano con libre albedrío, como Adán y Eva, pero eligió la obediencia e hizo de su vida un Si a Dios, desde el principio hasta el final:

“He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra”

Esta semana acabamos de celebrar nuestra Patrona parroquial, la Concepción Inmaculada de la Virgen María, patrona de muchos países del mundo, incluyendo Estados Unidos y vamos a celebrar también la advocación de la Virgen de Guadalupe, emperatriz de las Américas. Ella es nuestra Madre del cielo, que sigue acompañándonos en nuestro peregrinar por esta tierra que ella también pasó, con nuestra misma fragilidad humana. Por eso nos comprende, nos cuida y nos ama con amor maternal.

Cuando se manifestó la Virgen a San Juan Diego, le pidió ir al Obispo con una encomienda, manifestando así su amor a la Iglesia, pese a sus torpezas y pecados, pues sigue siendo el Pueblo de Dios, cuerpo de Cristo y templo del Espíritu Santo. Y vino para todo el continente recién descubierto, al que apenas llegaba el anuncio del Evangelio con los misioneros de Europa. En ese momento aún no había fronteras, María vino para todos, como la pionera de la evangelización, que gracias a ella y a su manifestación provocó millones de conversiones de los originarios de este llamado nuevo mundo.

Que María sigua asistiéndonos con su amor materno para que recibamos también nosotros más plenamente a Cristo y sigamos todos los ejemplos que podemos aprender en la Sagrada Familia de Nazaret.

Lecturas de la Semana

Lunes: Zac 2:14-17 o Apo 11:19a; 12:1-6a, 10ab; Jdt 13:18bcde, 19; Lc 1:26-38 o Lc 1:39-47
Martes: Sof 3:1-2, 9-13; Sal 34 (33):2-3, 6-7, 17-19, 23; Mt 21:28-32
Miércoles: Is 45: 6b-8, 18, 21b-25; Sal 85 (84):9ab, 10-14; Lc 7:18b-23
Jueves: Is 54:1-10; Sal 30 (29):2, 4-6, 11-12a, 13b; Lc 7:24-30
Viernes: Is 56:1-3a, 6-8; Sal 67 (66):2-3, 5, 7-8; Jn 5:33-36
Sábado: Gn 49:2, 8-10; Sal 72 (71):1-4ab, 7-8, 17; Mt 1:1-17
Domingo: Is 7:10-14; Sal 24 (23):1-6; Rom 1:1-7; Mt 1:18-24

Los Santos y Otras Celebraciones

Domingo: 3er Domingo de Adviento
Lunes: Nuestra Señora de Guadalupe
Martes: Santa Lucía
Miércoles: San Juan de la Cruz
Viernes: Inician las Posadas

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