Español English María Inmaculada
Iglesia Católica / Pacoima, CA

Tal Vez el Signo es el Milagro

Décimo Octavo Domingo del Tiempo Ordinario

“Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed.” Juan 6:35

El Evangelio de hoy continúa en un segundo: día de narración que comenzó el día anterior cuando, después de cruzar el lago para buscar a Jesús, una gran multitud fue alimentada con dos hogazas de pan y cinco pescados. El día siguiente(la lectura de hoy), después de cruzar otra vez el lago, las personas que habían sido alimentadas milagrosamente estaban buscando otra vez a Jesús. Sin embargo, lo hacen (comoquedaron satisfechos (Juan 6:6).

En el Evangelio de Juan, la palabra “signo” tiene un significado distinto. En la boda de Caná, después de contar cómo Jesús convirtió el agua en vino, el evangelista menciona que “Jesús hizo esto como el principio de sus signos” que “revelaron su gloria, y sus discípulos empezaron a creer en él” (Juan 2:11). Para Juan, signos no son sólo milagros para contemplar, sino que se tratan de la revelación de Dios y de una respuesta de fe en Jesús.

Cuando la multitud llega por primera vez, Jesús observa que no han apreciado el signo que él ya había hecho; pues la multitud está enfocada en su hambre física. Y cuando piden por un signo, “para que podamos ver y creer en ti” (Juan 6:30), se refieren a sus antepasados que comieron el maná en el desierto. ¿Puede Jesús superar eso? ¿Puede él darles más pan que les alivie de sus preocupaciones diarias por pasar hambre?

Jesús le recuerda a la multitud que no fue Moisés quién dio el “pan del cielo”, sino el Padre. Además, el Padre puede darles el pan verdadero del cielo que baja y da vida al mundo. Hay una semejanza entre el lenguaje griego al decir trabajar por la comida que se echa a perder y hacer las obras de Dios, lo cual es creer en Jesús como el enviado de Dios. Este es el signo que la gente no vio el día anterior, el signo que Jesús les está indicando.

Como el evangelista, la Iglesia utiliza la palabra “signo” para sus sacramentos. Como la multitud, estamos llamados a ver de igual manera los “signos” de la generosidad de Dios en todas las bendiciones de nuestra vida.

Lecturas de la Semana

Lunes: Nm 11:4b-15; Sal 81 (80):12-17; Mt 14:13-21
Martes: Nm 12:1-13; Sal 51 (50):3-7, 12-13; Mt 14:22-36 o Mt 15:1-2, 10-14
Miércoles: Nm 13:1-2, 25 — 14:1, 26-29a, 34-35; Sal 106 (105):6-7ab, 13-14, 21-23; Mt 15:21-28
Jueves: Nm 20:1-13; Sal 95 (94):1-2, 6-9; Mt 16:13-23
Viernes: Dn 7:9-10, 13-14; Sal 97 (96):1-2, 5-6, 9; 2 Pe 1:16-19; Mc 9:2-10
Sábado: Dt 6:4-13; Sal 18 (17):2-4, 47, 51; Mt 17:14-20
Domingo: 1 Re 19:4-8; Sal 34 (33):2-9; Ef 4:30 — 5:2; Jn 6:41-51

Los Santos y Otras Celebraciones

Domingo: Decimoctavo Domingo del Tiempo Ordinario
Lunes: San Eusebio de Vercelli; San Pedro Julián Eymard
Miércoles: San Juan María Vianney
Jueves: Dedicación de Santa María la Mayor en Roma
Viernes: La Transfiguración del Señor; Día Memorial de Hiroshima; Primer viernes
Sábado: San Sixto II y compañeros; San Cayetano; Primer sábado

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