La Ley Mosaica y Tradiciones
Vigésimo Segundo Domingo de Tiempo Ordinario
“La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre, consiste en visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones.” Santiago 1, 27
Moisés da a los israelitas su Ley, que proporciona la organización para la vida diaria. Tal y como están registrado en la Biblia, más de la mitad de la Ley trata sobre los rituales de adoración y sacrificio. Un concepto relacionado es el que trata de la pureza y vo ritual (o limpieza) de una persona, que se requiere para participar en actividades tanto sociales como religiosas, ya que las personas se vuelven impuras por el contacto físico con otras personas, animales y objetos impuros. Otras formas en las que una persona se vuelve impura incluyen que existan lesiones en la piel, hemorragias o secreciones corporales. Las personas impuras deben purificarse para volver a ser consideradas limpias. A pesar de la complejidad de la Ley, los judíos observantes consideraban un privilegio, pero no una carga, observar sus preceptos, y siguen haciéndolo en la actualidad.
Los escribas y fariseos se centran en el hecho de que los discípulos no se lavaron correctamente las manos antes den comer. Pero en ninguna parte de los textos bíblicos de la Ley hay regulaciones sobre el lavado de manos antes o después de las comidas. Esas regulaciones, tal como las describe Marcos son simplemente prácticas como las que surgen en todas las sociedades; si se prolongan lo suficiente, pueden parecer deberes sagrados, santificados como “las tradiciones de sus mayores”.
Esta distinción es la fuente de la tensión en estas tres lecturas Moisés y Santiago dicen a su pueblo que son receptores de un don divino que requiere un cuidado especial, mientras que Jesús se pone prácticamente furioso cuando los escribas y fariseos reaccionan con dureza ante el hecho de que los discípulos no se laven las manos según las prácticas judías.
Esta distinción entre la ley divina y las prácticas humanas es valiosa para nuestras propias vidas. Cuando nos enteramos de la fechorías de otros, debemos evaluar la gravedad de la ofensa antes de formarnos nuestra propia impresión. ¿Es realmente un asuntos moral grave? ¿O algo de menor peso? Discernir cuidadosamente la gravedad de tales asuntos puede revelar que las cosas no son tan graves como parecen a primera vista. Esta atención es un ejercicio de caridad cristiana, una forma de actuar según la palabra qua hemos recibido como miembros del Cuerpo de Cristo.
Lecturas de la Semana
Lunes: 1 Tes 4:13-18; Sal 96 (95):1, 3-5, 11-13; Lc 4:16-30
Martes: 1 Tes 5:1-6, 9-11; Sal 27 (26):1, 4, 13-14; Lc 4:31-37
Miércoles: Col 1:1-8; Sal 52 (51):10-11; Lc 4:38-44
Jueves: Col 1:9-14; Sal 98 (97):2-6; Lc 5:1-11
Viernes: Col 1:15-20; Sal 100 (99):1b-5; Lc 5:33-39
Sábado: Col 1:21-23; Sal 54 (53):3-4, 6, 8; Lc 6:1-5
Domingo: Is 35:4-7a; Sal 146 (145):7-10; Sant 2:1-5; Mc 7:31-37
Los Santos y Otras Celebraciones
Domingo: Vigésimo Segundo Domingo del Tiempo Ordinario
Miércoles: Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación
Viernes: San Gregorio Magno; Primer viernes
Sábado: Santa María Virgen; Primer sábado