Preguntas Repetidas
Tercer Domingo de Pascua
“Después de almorzar le preguntó Jesús a Simón Pedro: ‘Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?'” Juan 21:15
En los primeros capítulos de los Hechos, los apóstoles se aventuran con energía, poco después de Pentecostés, a anunciar a Jesús resucitado. La lectura de hoy muestra al Sanedrín, el cuerpo religioso formal que había condenado a Jesús poco antes, amenazando ahora a los apóstoles. Es probable que el Sanedrín temiera que los seguidores de Jesús, en venganza por la crucifixión, provocaran un motín incluso una revuelta violenta. Los apóstoles, en consonancia con el trato de Jesús con las autoridades, proclaman el mensaje de Jesús de que Dios perdona a todos, y se niegan a incitar a la violencia.
Es un gran desafío, como dijo Pedro, “obedecer a Dios antes que a los hombres”. A lo largo de la historia, cuando grupos del pueblo de Dios, inspirados por el sueño de Dios de un mundo justo y libre, se han manifestado de forma no violenta contra la injusticia y la opresión, han tratado de obedecer la llamada de Dios. Nosotros, la Iglesia, aunque siempre conscientes de los peligros del autoengaño, estamos igualmente llamados a discernir y obedecer a Dios en nuestro propio tiempo y lugar.
En el Evangelio de hoy, Juan prepara la escena del encuentro de Jesús con Pedro, sentado junto a un “fuego de carbón”. Sólo hay otra mención de un fuego de carbón en el Evangelio de Juan: cuando Pedro está calentándose mientras espera el juicio de Jesús, y éste niega tres veces conocer a Jesús. El evangelista vincula directamente las tres preguntas de Jesús a Pedro, “¿me amas?”, con las tres negaciones de Pedro. A través de sus repetidas preguntas, Jesús ayuda a Pedro a enfrentarse plenamente a sus acciones, y a aceptar también plenamente el perdón.
Cuando Dios nos invita a la oración, podemos ser invitados a entrar en una conversación profunda con Dios sobre nuestras vidas. Dios puede plantearnos las mismas preguntas, una y otra vez a lo largo del tiempo, para enfrentamos a lo que quizá prefiramos evitar: ¿Puedes perdonar a alguien que te ha hecho daño? ¿Puedes ser más generoso? ¿Puedes dejar de lado los obstáculos para ser más cariñoso? E incluso: ¿Me amas? El encuentro de Jesús con Pedro sugiere que podemos enfrentarnos a esas preguntas con una profunda confianza en Dios.
Lecturas de la Semana
Lunes: Hch 6:8-15; Sal 119 (118):23-24, 26-27, 29-30; Jn 6:22-29
Martes: 1 Cor 15:1-8; Sal 19 (18):2-5; Jn 14:6-14
Miércoles: Hch 8:1b-8; Sal 66 (65):1-3a, 4-7a; Jn 6:35-40
Jueves: Hch 8:26-40; Sal 66 (65):8-9, 16-17, 20; Jn 6:44-51
Viernes: Hch 9:1-20; Sal 117 (116):1bc, 2; Jn 6:52-59
Sábado: Hch 9:31-42; Sal 116 (115):12-17; Jn 6:60-69
Domingo: Hch 13:14, 43-52; Sal 100 (99):1-3, 5; Ap 7:9, 14b-17; Jn 10:27-30
Los Santos y Otras Celebraciones
Domingo: Tercer Domingo de Pascua
Lunes: San Atanasio
Martes: Santos Felipe y Santiago, apóstoles
Jueves: Día Nacional de Oración; Cinco de Mayo
Viernes: Primer viernes
Sábado: Primer sábado