Español English María Inmaculada
Iglesia Católica / Pacoima, CA

La Resurección de Lázaro

Quinto Domingo de Cuaresma

En este quinto domingo de Cuaresma continuamos con estas lecturas maravillosas del evangelio de San Juan que durante las últimas tres semanas nos revela quién es Jesús en nuestras vidas. Hace dos semanas escuchamos el evangelio de la Samaritana, la mujer en el pozo en el cual Jesús se revela como el “Agua Viva” que quiere satisfacer el anhelo más profundo y sed de nuestras almas. La semana pasada escuchamos la lectura del ciego de nacimiento que representa a todos los que hemos nacido ciegos debido a nuestros pecados. En este evangelio también tenemos otra revelación. Jesús se revela como la “Luz del Mundo” y nos invita a salir de nuestra oscuridad y a ver en Su luz.


The Raising of Lazarus, 1857, Léon Joseph Florentin Bonnat

Hoy, en el Evangelio de San Juan nos da la más gran- de de todas las revelaciones; De todas las declaraciones de Jesús en la historia “Yo soy” que encontramos en la historia de la resurrección de Lázaro cuando Jesús dice “Yo soy la Resurrección y la Vida”. No existe una identidad más maravillosa, más poderosa de Jesús que esta revelación. En este evangelio en particular vemos la Humanidad y la Divinidad de Jesús. Siendo verdaderamente humano, llora por la muerte de Lázaro; y en su divinidad Jesús lo trae de vuelta a la vida. San Ireneo de Lyon dijo “Gloria Dei est vivens homo” que significa “La Gloria de Dios es el Hombre Plenamente Vivo”. Así que, si la “vida” da gloria a Dios ¿qué es lo que le hace que El llore? Nuestra muerte. Esta que es nuestra muerte espiritual a causa de nuestros pecados, resentimientos, ira, violencia hasta el punto que apestan y que afecta a todos los que nos rodean. Es a esta parte repugnante, apestosa, podrida de nuestras vidas de donde Jesús, el Hijo de Dios, viene a sacarnos, a darnos vida. No es esto increíble y grandioso? Dios llora por nosotros porque no estamos vivos y nos quiere con Vida. En este tiempo de Cuaresma Dios nos invita a remover la piedra, a salir de la muerte y a que viva- mos plenamente nuestra vida pues esto es su gloria.

“Abre nuestras tumbas, Señor, sácanos de la cárcel de la muerte. Pon tu Espíritu en nosotros para que podamos vivir en un mundo de libertad.”
De Oraciones Biblicas por Lucien Deiss, CSsP

Lecturas de la Semana

Lunes: Dn 13:1-9, 15-17, 19-30, 33-62 [41c-62]; Sal 23 (22):1-6; Jn 8:1-11
Martes: Nm 21:4-9; Sal 102 (101):2-3, 16-21; Jn 8:21-30
Miércoles: Dn 3:14-20, 91-92, 95; Dn 3:52-56; Jn 8:31-42
Jueves: Gn 17:3-9; Sal 105 (104):4-9: Jn 8:51-59
Viernes: Jer 20:10-13; Sal 18 (17):2-7; Jn 10:31-42
Sábado: Ez 37:21-28; Jer 31:10, 11-13; Jn 11:45-56
Domingo: Mt 21:1-11 (procesión); Is 50:4-7; Sal 22 (21):8-9, 17-20, 23-24; Fil 2:6-11; Mt 26:14 — 27:66 [27:11-54]

Los Santos y Otras Celebraciones

Domingo: Quinto Domingo de Cuaresma
Martes: San Isidoro
Miércoles: San Vicente Ferrer
Viernes: San Juan Bautista de la Salle; Abstinencia; Primer viernes

San Vicente Ferrer

Vicente Ferrer, patrón de los obreros de la construcción, falleció el 5 de abril de 1419. Este Santo varón nació en Valencia, España, en 1350, vivió y predicó el Evangelio en una época muy difícil del cristianismo. Además de la peste, guerras y otros problemas sociales, la Iglesia estaba dividida por los tres hombres que insistían ser el verdadero Papa.

San Vicente, un religioso dominico, dedicó su vida a reconstruir la Iglesia promoviendo la virtud de la caridad interna y externa mediante una predicación que conectaba y relacionaba la Palabra de Dios con la vida cotidiana. Vicente se valía de la teología, poesía, repetición y otros medios para inculcar la sabiduría bíblica en sus oyentes. De esta manera supo construir la fe tanto en los campos y en la Iglesia como comunidad. Los cuadros de este santo español con la Biblia abierta. De esta manera los artistas subrayan el amor ardiente que los cristianos deseen tener por la Palabra de Dios, un amor que Vicente edificaba en el corazón de los fieles.

Fray Gilberto Cavazos-Glz, OFM

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