Busca y Encontrarás
Día de la Epifanía del Señor
“Que te adoren Señor todos los pueblos.”Sal. 71
Tras la expulsión del paraíso entró la enfermedad, la muerte, las tendencias al pecado natural a nuestra condición, la ceguera del alma o tiniebla, pues nacemos a cero conocimiento y vamos conociendo lo poquito con lo que nos vamos encontrando en la vida, que nunca será ni el 0.1% de lo conocible. De ahí vienen tantas divisiones, desacuerdos, discusiones, frustraciones que todo ser humano tiene que sufrir en este mundo.
La verdad solo la encuentra el que la busca; necesitamos buscar para encontrar, pues el que no busca es llevado por ideas erróneas, prejuicios o conocimientos basados en una mirada parcial y sesgada de la realidad, o llevado por intereses, caprichos y deseos, pero no conoce la realidad tal cual es; esto aplica tanto a las realidades de este mundo temporal en el que vivimos como a las realidades espirituales y eternas que solo conoce el que las busca.
Vivimos ya en un mundo pagano que prefirió la tiniebla a la luz (Jn 3,19) dando la espalda a Dios y a la verdad; no solo no la busca, sino que la desprecia, la odia y la pisotea llevándole la contraria. Pensemos en ideologías contra la ciencia y contra el mismo sentido común, como la que lleva a algunos a creer que pueden cambiar de género, que existen decenas de géneros a escoger, que es válido competir hombres con mujeres, o que el comunismo es bueno, cuando es una ideología que ha causado más de 100 millones de muertos. Es decir, creen cosas contra la evidencia y la verdad.
Si niegan cosas tan obvias y evidentes como estas, con mucha más facilidad niegan a Dios con el pretexto de que no lo ven, pese a que también sea tan evidente como lo dicho anteriormente o aún más, pues la creación proclama la evidencia del creador (Rom 1,19s) y hasta cualquier científico honesto tiene que reconocerlo, pues incluso el sentido común de cualquier persona sensata sabe que de la nada no puede salir nada, y que la creación no se hace sola, ni estaría sin un creador, pues nada inicia sin un iniciador.
Dios se ha manifestado en Belén (casa de pan) naciendo en un pesebre (donde se ponía la comida), y lo pudieron reconocer entonces como ahora los que buscaban la verdad, tanto en las Escrituras donde se profetizaba cada detalle, como en los signos en el cielo que supieron ver los paganos venidos de lejos, para llegar a El, reconocerlo, postrarse y adorar ese Misterio del Dios encarnado.
Vino a los suyos, a su pueblo formado y preparado, pero muchos no lo recibieron (Jn 1,1ls) pues para recibirlo como para reconocerlo se tiene que querer, y como consecuencia se busca y se encuentra. Son los que lo reciben los que dan con el gran tesoro de la Vida divina y eterna, de poder hacerse hijos de Dios, viviendo como ciudadanos del cielo, revestidos de Cristo, para ser luz en medio de las tinieblas, como estrellas que guíen a otros hacia El, para que también lo encuentren.
“Me encontrarás si me buscas con todo tu corazón y toda tu alma.”Dt 4,29; Jer 29,13
Lecturas de la Semana
Domingo: Is 60, 1-6/Sal 71, 1-2. 7-8. 10-11. 12-13 (ver 11)/Ef 3, 2-3. 5-6/Mt 2, 1-12
Lunes: 1 Jn 3, 22 – 4, 6/Sal 2, 7-8. 10-12/Mt 4, 12-17. 23-25
Martes: 1 Jn 4, 7-10/Sal 71, 1-2. 3-4. 7-8/Mc 6, 34-44
Miércoles: 1 Jn 4, 11-18/Sal 71, 1-2. 10. 12-13/Mc 6, 45-52
Jueves: 1 Jn 4, 19—5, 4/Sal 71, 1-2. 14 y 15. 17/Lc 4, 14-22
Viernes: 1 Jn 5, 5-13/Sal 147, 12-13. 14-15. 19-20/Lc 5, 12-16
Sábado: 1 Jn 5, 14-21/Sal 149, 1-2. 3-4. 5 y 6 y 9/Jn 3, 22-30
Domingo Siguiente: Is 40, 1-5. 9-11/Sal 103, 1-2. 3-4. 24-25. 27-28. 29-30 (1)/Tit 2, 11-14; 3, 4-7/Lc 3, 15-16. 21-22
Conmemoraciones de la Semana
Domingo: Día de la Epifanía del Señor
Lunes: San Andrés Bessette, religioso
Martes: San Raimundo de Peñafort, sacerdote
Domingo Siguiente: El Bautismo del Señor
