El Episodio de esta Semana
Segundo Domingo de Cuaresma
“En aquellos días, Dios sacó a Abram de su casa y le dijo: ‘Mira el cielo y cuenta las estrellas, si puedes. Así será tu descendencia.'” Génesis 15:5
Cuando se ve una serie de televisión, a menudo Se ofrece una sinopsis de los acontecimientos clave de los dos últimos programas para preparar el escenario para el episodio actual. Si hacemos un repaso rápido del Evangelio de Lucas, antes, en el capítulo nueve, Jesús enviaba a los discípulos en su ministerio por primera vez, y tuvimos la alimentación de los cinco mil. Pedro se da cuenta de que Jesús es el Mesías, Jesús nos da el primer indicio de su propia muerte y les dice a los discípulos que tomen su cruz y lo sigan. Después de todo ese estrés físico, espiritual y emocional, Jesús sale a orar a la montaña, llevando a Pedro, Juan y Santiago con él.
Una vez instalados en la cima de la montaña, Jesús se puso a orar con toda seriedad y, como de costumbre, sus compañeros se quedaron dormidos. Los discípulos aún no tenían la fuerza ni la perspicacia del Maestro. Pedro, Santiago y Juan no tenían todavía la resistencia o la profundidad para poder concentrarse durante largos períodos de oración silenciosa y contemplativa, especialmente después de su larga caminata. ¡Podían ver visiones simplemente por agotamiento! Cuando Jesús se transfiguró ante ellos, Pedro pudo haber tropezado con ello al estilo típico de Pedro, pero se dio cuenta de la importancia de lo que veían, y quiso de alguna manera captar lo sagrado, capturar el momento, así que pidió construir unas chozas. Si nos imagináramos esto hoy, todos estaríamos allí con nuestros teléfonos y tubo fotográfico para autofoto o palito selfiador, intentando sacar una foto increíble, para capturar el momento y compartirlo con todo el mundo en las redes sociales. Pero todo lo que los discípulos pudieron hacer fue recordarlo, capturarlo en sus corazones, y no decírselo a nadie en ese momento. Fueron silenciados por lo sagrado. Nosotros también debemos dejar que nuestros mundos ocupados, mentes y corazones entren en el silencio. Empieza con unos minutos diarios y continúa añadiendo uno o dos minutos más cada día. Escucha lo sagrado en el silencio, y deja que la voz de Dios llene tu corazón.
Lecturas de la Semana
Lunes: Dn 9:4b-10; Sal 79 (78):8, 9, 11, 13; Lc 6:36-38
Martes: Is 1:10, 16-20; Sal 50 (49):8-9, 16bc-17, 21, 23; Mt 23:1-12
Miércoles: Jer 18:18-20; Sal 31 (30):5-6, 14-16; Mt 20:17-28
Jueves: Jer 17:5-10; Sal 1:1-4, 6; Lc 16:19-31
Viernes: Gn 37:3-4, 12-13a; 17b-28a; Sal 105 (104):16-21; Mt 21:33-43, 45-46
Sábado: 2 Sm 7:4-5a, 12-14a, 16; Sal 89 (88):2-5, 27, 29; Rom 4:13, 16-18, 22; Mt 1:16, 18-21, 24a o Lc 2:41-51a
Domingo: Ex 3:1-8a, 13-15; Sal 103 (102):1-4, 6-8, 11; 1 Cor 10:1-6, 10-12; Lc 13:1-9
Lecturas alternativas (Año A): Ex 17:3-7; Sal 95 (94):1-2, 6-9; Rom 5:1-2, 5-8; Jn 4:5-42 [5-15, 19b-26, 39a, 40-42]
Los Santos y Otras Celebraciones
Domingo: Segundo Domingo de Cuaresma; Avance el reloj una hora
Miércoles: Purim (festividad judía) comienza al atardecer
Jueves: San Patricio
Viernes: San Cirilo de Jerusalén; Abstinencia
Sábado: San José, esposo de la Virgen Maria