Español English María Inmaculada
Iglesia Católica / Pacoima, CA

Tocados por el Poder Sanador de Cristo

Vigésimo Octavo Domingo en Tiempo Ordinario

En el evangelio de este domingo escuchamos que cuando Jesús caminaba entre las ciudades de Samaria y Galilea, diez leprosos salieron a su encuentro y le piden que tenga compasión con ellos. En el tiempo de Jesús los leprosos eran los separados de la sociedad, los rechazados, los no deseados. Todos los que sufrían de esta terrible enfermedad tenían que vivir a las afueras de la ciudad o del pueblo para vivir en comunidad y Vivian pidiendo limosna o comida a la orilla del camino. Los diez leprosos fueron sanado por Jesús, pero solo uno regreso para darle las gracias este era un samaritano, un pagano, un extranjero. Por ello, Jesús lo felicita y recibió algo que no recibieron los otros nueve: la salvación! Si, diez fueron sanados, pero solo uno recibió la salvación. El mensaje es claro: Dios se regocija en un corazón agradecido y lo bendice aún más.

St. Damien of Molokai

Sabían ustedes que hay un santo patrón de los leprosos? Su nombre Padre Damian un sacerdote de Bélgica que por mucho años cuido del bienestar espiritual, físico e inclusive material de una colonia de leprosos en la isla de Molokai (Hawai). Padre Damian eventualmente contra-
jo la lepra y murió de esta enfermedad por ello es popularmente reconocido como el “mártir de la caridad”. Por lo mismo, Padre Damian es considerado el patrón espiritual de los leprosos y marginados. Quienes son los marginados en nuestra sociedad; los no deseados; los rechazados? Ellos son los pobres, los inmigrantes, los enfermos y los ancianos moribundos. El evangelio de este domingo nos invita a seguir el ejemplo de San Damian, de poner a un lado nuestros miedos y prejuicio y acercarnos a los que sufren a los que lloran a los pobres, enfermos y marginados y tocarlos con el poder sanador de Cristo. Dios los bendiga.

Lecturas de la Semana

Lunes: Ap 1:1-4; 2:1-5; Sal 1:1-4, 6; Lc 18:35-43
Martes: Ap 3:1-6, 14-22; Sal 15 (14):2-5; Lc 19:1-10
Miércoles: Ap 4:1-11; Sal 150:1b-6; Lk 19:11-28
Jueves: Ap 5:1-10; Sal 149:1b-6a, 9b; Lc 19:41-44
Viernes: Ap 10:8-11; Sal 119 (118):14, 24, 72, 103, 111, 131; Lc 19:45-48 o
(para el memorial de la Dedicación) Hch 28:11-16, 30-31; Sal 98 (97):1-6; Mt 14:22-33
Sábado: Ap 11:4-12; Sal 144 (143):1b, 2, 9-10; Lc 20:27-40
Domingo: 2 Sm 5:1-3; Sal 122 (121):1-5; Col 1:12- 20; Lc 23:35-43

Los Santos y Otras Celebraciones

Domingo: Vigésimo Octavo Domingo del Tiempo Ordinario
Lunes: Día de Acción de Gracias en Canadá; Día de la Raza
Martes: San Juan XXIII; Yom Kipur (festividad judía conocida como Día del Perdón) comienza a la puesta del sol
Viernes: San Calixto I
Sábado: Santa Teresa de Jesús

Gratitud

Seguramente podemos recordar al menos unos cuantos días en nuestras vidas cuando las cosas iban tan bien que nada podía ponernos de mal humor. Tal vez fue el día en que una persona muy especial nos invitó a su fiesta de graduación o el día de nuestra boda. Quizás fue el día en que nos enteramos de que tendríamos un hijo largamente espera- do o el día en que recibimos una promoción tardía. Hubo alegría en nuestro corazón, ligereza en nuestros pasos y gran vitalidad en el curso del día. Probablemente nos fuimos al teléfono para llamar a unas cuantas personas importantes y contarles acerca de nuestra buena fortuna.

Seguramente que así se sintieron Naamán y el leproso cuando fueron curados de su terrible enfermedad. No podían contener su gratitud, y aunque ambos desconocían las costumbres de un país extranjero conocían los buenos modales de dar las gracias a las personas responsables de sus curaciones.

¿Sabía Usted?

Evite “reparar” y trate de escuchar y entender. En ocasiones los adultos pudieran tener una tendencia a tratar de reparar problemas que puedan surgir con sus hijos. Aunque el instinto para ayudar y la preocupación amorosa detrás de esta actitud es comprensible, no es siempre el mejor curso de acción a tomar si el niño o la niña no está aprendiendo algo sobre cómo manejar un problema, al menos en parte por ellos mismos. Para algunos problemas, los niños sólo necesitan un buen escucha; otros necesitan guía y ayuda para discernir cómo responder mejor. Trate de hacer preguntas, anímelos a encontrar soluciones, y rece con y por el niño o la niña. Para una copia del artículo en VIRTUS® “Communication Tip No. 10: You Can’t Fix Them, But You Can…” (Consejo de comunicación No. 10: Usted no puede repararlos, pero puede…) envíe un correo electrónico a jvienna@la-archdiocese.org o llame al 213-637-7227.

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