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Iglesia Católica / Pacoima, CA

¿Qué Aporta Dios a Tu Vida?

Cuarto Domingo de Cuaresma

“El Señor es mi pastor, nade me faltará.”Sal. 22

Es una pregunta que todos deberíamos hacernos con frecuencia. ¿Qué lugar tiene Dios en mi vida? ¿En qué me influye y afecta Dios? ¿Qué le dejo hacer en mi vida? ¿Puede hacer algo en mí y conmigo? ¿Está Dios contento conmigo?

Sin Dios seríamos los más dignos de compasión, pues viviríamos en la mentira y engaños de este mundo, según las modas de turno, llenos de idolatrías, apegos, y lo más lamentable: sin el Amor divino, con el alma vacía o muerta, en la superficialidad y mediocridad que vienen con la falta de Dios y de amor al prójimo.

Sin el amor de Dios, el amor al prójimo deja mucho que desear, es muy pobre y mediocre, lo cual tiene muy graves consecuencias y afecta seriamente a todas las áreas de la vida: personal, familiar, social, trabajo, relaciones, etc. pues abundará el pecado, la falta de dominio propio, la soberbia, avaricia y toda clase de egoísmo.

Sin el amor divino en el corazón, no se tiene motivación ni capacidad de amar como Dios ni de dar fruto bueno y se da mucho fruto amargo, que amarga la vida propia la de los demás; en lugar de ser un don de Dios pasa a ser una carga, en lugar de ser un alivio y consuelo, en un problema añadido. Es como una enfermedad que afecta totalmente la vida y le deja discapacitado para muchas cosas; ya no se puede contar con esa persona para muchas cosas, ya no se puede esperar el fruto deseado, porque le falta el Amor que es EL FUEGO DEL ESPIRITU QUE SOLO CRISTO NOS DA Y RECIBIMOS POR LA FE;

Es como si tienes un carro, pero sin batería, o sin gasolina; ya no puedes usarlo para nada, ya no sirve, le falta algo esencial para que pueda servir. El Amor es algo esencial en el ser humano, según el plan de Dios para nosotros; si nos falta ya no pueden contar con uno, ya no puede dar frutos buenos como dijo Jesús:

“Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada pueden hacer.”Juan 15,5

Por esto, ante la pregunta de qué aporta Dios a tu vida, la respuesta debería ser inmediata, clara y contundente: la Vida divina, el amor divino que me da fuerza y ganas de dar fruto, capacidad de amar, de no vivir para mí mismo sino para amar y servir a los demás. En efecto, sin ese amor divino, seríamos como pájaros con una sola ala, incapaces de volar, ni de despegarnos de los valores de este suelo pasajero.

No se necesita de Dios para tener éxitos en este mundo (entre comillas, pues sin El no tendríamos ni vida) pero digamos que los hombres sin fe ni conocimiento de Dios pueden ser exitosos en este mundo; pero no se abren a la vida y salvación divina, por lo que su vida acaba en total fracaso y destrucción, como advierte Jesús en muchos pasajes. El que te creo sin ti, no te salvará sin ti, dijo San Agustín.

Lecturas de la Semana

Lunes: 2 Sm 7:4-5a, 12-14a, 16; Sal 89 (88):2-5, 27, 29;Rom 4:13, 16-18, 22; Mt 1:16, 18-21, 24a o Lc 2:41- 51a
Martes: Ez 47:1-9, 12; Sal 46 (45):2-3, 5-6, 8-9; Jn 5:1- 16
Miércoles: Is 49:8-15; Sal 145 (144):8-9, 13cd-14, 17- 18; Jn 5:17-30
Jueves: Ex 32:7-14; Sal 106 (105):19-23; Jn 5:31-47
Viernes: Sab 2:1a, 12-22; Sal 34 (33):17-21, 23; Jn 7:1- 2, 10, 25-30
Sábado: Is 7:10-14, 8:10; Sal 40 (39):7-11; Heb 10:4- 10; Lc 1:26-38
Domingo: Ez 37:12-14; Sal 130 (129):1-8; Rom 8:8-11; Jn 11:1-45 [3-7, 17, 20-27, 33b-45]

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