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Iglesia Católica / Pacoima, CA

¿Qué es lo esencial?

Sexto Domingo de Pascua

“La paz les dejo, mi paz les doy.” Juan 14:27

El pasaje de hoy de los Hechos recoge el inicio pera y la conclusión de lo que se conoció como el Concilio de Jerusalén. Merece la pena estudiar todo Hechos 15, cuyo objetivo es ofrecer un ejemplo de liderazgo responsable para la Iglesia en general. Hubo un conflicto sustancial dentro de la comunidad sobre lo que es necesario para la unidad en la diversa comunidad de judíos y gentiles. Podemos observar algunas características clave de las acciones de los líderes.

Los líderes reconocieron la realidad de un conflicto importante sin minimizarlo. Recibieron y honraron plenamente las diversas experiencias de personas de diferentes orígenes. Trabajaron con una estructura de autoridad aceptada y un proceso para avanzar hacia la resolución. Se comprometieron a discernir la acción y la voluntad del Espíritu, con un profundo respeto por el testimonio sobre cómo estaba actuando el Espíritu. Evitaron imponer cargas innecesarias a nadie. Y después, siguieron observando la acción continua del Espíritu a medida que se aplicaba la decisión.

Las cuestiones que sopesó el Concilio de Jerusalén en nuestro pasaje de los Hechos estaban relacionadas con la circuncisión como requisito, y con la comunión en la mesa. Una fuerte tradición teológica sostenía que las prácticas tradicionales eran esenciales, y la comunidad buscaba genuinamente mantener la continuidad con las raíces de su fe. La observación de Pedro sobre cómo el Espíritu estaba actuando activamente en medio de ellos señaló a los líderes una nueva dirección. Á continuación, Santiago les recordó que la tradición bíblica también apuntaba a acoger plenamente a los gentiles en la comunidad de Dios.

Es un profundo reto para los líderes de nuestras propias parroquias cuando se enfrentan a cuestiones que pueden fracturar una comunidad. ¿Qué es esencial y que no lo es ¿Qué estamos llamados a abrazar o a dejar de lado? Reconocer el conflicto y trabajar para resolverlo es una función esencial para nuestras parroquias, porque Cristo nos llama a vivir en unidad. Estamos llamados a abrir nuestros corazones, extraer nuestra tradición y observar la actividad del Espíritu.

Lecturas de la Semana

Lunes: Hch 16:11-15; Sal 149:1b-6a, 9b; Jn 15:26 — 16:4a
Martes: Hch 16:22-34; Sal 138 (137):1-3, 7c-8; Jn 16:5-11
Miércoles: Hch 17:15, 22 — 18:1; Sal 148:1-2, 11-14; Jn 16:12-15
Jueves: Hch 1:1-11; Sal 47 (46):2-3, 6-9; Ef 1:17-23 o Heb 9:24-28; 10:19-23; Lc 24:46-53 (para la Ascensión); o Hch 18:1-8; Sal 98 (97):1-4; Jn 16:16-20
Viernes: Hch 18:9-18; Sal 47 (46):2-7; Jn 16:20-23
Sábado: Hch 18:23-28; Sal 47 (46):2-3, 8-10; Jn 16:23b-28
Domingo: Hch 7:55-60; Sal 97 (96):1-2, 6-7, 9; Ap 22:12-14, 16-17, 20; Jn 17:20-26 o (para la Ascensión) Hch 1:1-11; Sal 47 (46):2-3, 6-9; Ef 1:17- 23 o Heb 9:24-28; 10:19-23; Lc 24:46-53

Los Santos y Otras Celebraciones

Domingo: Sexto Domingo de Pascua
Lunes: Día de la Reina Victoria (Canadá)
Miércoles: San Beda el Venerable; San Gregorio VII; Santa María Magdalena de Pazzi
Jueves: La Ascensión del Señor (a menos que sea transferida al domingo); San Felipe Neri
Viernes: San Agustín de Canterbury

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