Español English María Inmaculada
Iglesia Católica / Pacoima, CA

¿Qué Sentido Tiene la Vida?

Quinto Domingo de Pascua

“El Señor cuida de aquellos que lo temen. Aleluya.”Sal. 32

Todos tenemos la obligación natural, inscrita en nuestras almas, de buscar sentido para la vida, de buscar la verdad, pues esto es justamente lo que nos distingue de los animales, lo que nos hace imagen de Dios, la inteligencia, la necesidad de sentido para la vida, de trascender,… de respondernos a las preguntas existenciales básicas que nadie puede eludir y se las responden de uno u otro modo, ¿de dónde venimos y para dónde vamos? ¿Quién nos dio la vida y para qué? ¿Quién es Dios y para qué sirve? “Muéstranos al Padre y nos basta”

El problema es que el mundo, guiado y cegado por el diablo, gobernador de este mundo y padre de la mentira, no quiere que sepamos de eternidad, ni de Dios, ni de alma, quiere llevar a todos a concebirse como animales de otra especie, y a vivir como tales, centrados solo en el aquí y ahora, en los
instintos, en el sobrevivir, sin querer saber de Dios, ni del después de la vida, ni preguntarse nada más. Por ello tienen a todos enredados y distraídos con muchos inventos, distracciones y entretenimiento para que no piensen.

Muchos son los que cegados por el mundo y el diablo han sido enormemente irresponsables e irracionales para responder estas preguntas sublimes. Las pasan por alto, o se resignan a creer de modo absurdo que todo se hizo solo, que venimos de la nada, sin razón alguna, y vivimos para nada, destinados a vivir un momentito para luego morir y nada más. Somos responsables de lo que decidimos creer y pensar, de lo que decidimos aceptar como verdad, pues eso moldea nuestro modo de pensar, nuestras ideas y acciones, y por ende, toda nuestra vida, temporal y eterna.

No podemos ser tan ingenuos e irracionales para creer a la ligera cualquier teoría absurda o de moda. Tenemos por naturaleza capacidad crítica, y la desarrollamos en este mundo ante la experiencia de sufrir engaños, al constatar la abundancia de mentira que hay y las consecuencias negativas de aceptarlas como ciertas. Todos de modo natural queremos la verdad, pero el diablo, padre de la mentira, que quiere nuestra destrucción, ha cegado a muchos para que no quieran la verdad, y prefieran endiosarse y creerse tan poderosos como para cambiarla o decidir cuál es la verdad.

También son muchos los incautos superficiales que prefieren no pensar y dejarse llevar por lo más fácil, como haciendo el muertito en el río, sin preguntarse para donde le lleva la corriente, pese a la fuerte probabilidad de que me lleve a una cascada que me cause la muerte; pero es más fácil que nadar para ponerme a salvo. Muchos se resignan a vivir solo el aquí y ahora y a vivir distraídos con todo lo de este mundo sin querer pensar en el después de esta vida ni responder a las preguntas fundamentales mencionadas.

Jesús tenía muy claro el fin de su vida:

“He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.”Jn 10,10

“Si se mantienen en mi palabra, conocerán la verdad y la verdad les hará libres.”Jn 8,31

“Yo soy el camino, la verdad y la Vida, nadie va al Padre si no es por mí.”Jn 14,6

Lecturas de la Semana

Lunes: Hch 14:5-18; Sal 115 (114):1-4, 15-16; Jn 14:21-26
Martes: Hch 14:19-28; Sal 145 (144):10-13ab, 21; Jn 14:27-31a
Miércoles: Hch 15:1-6; Sal 122 (121):1-5; Jn 15:1-8
Jueves: Hch 15:7-21; Sal 96 (95):1-3, 10; Jn 15:9-11
Viernes: Hch 15:22-31; Sal 57 (56):8-10, 12; Jn 15:12-17
Sábado: Hch 16:1-10; Sal 100 (99):1b-3, 5; Jn 15:18-21
Domingo: Hch 8:5-8, 14-17; Sal 66 (65):1-7, 16, 20; 1 Pe 3:15-18 o 1 Pe 4:13-16; Jn 14:15-21 o Jn 17:1-11a

Accessibility Statement