Libertad de Hijos de Dios
13vo Domingo del Tiempo Ordinario
“Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.”Sal. 88
Gloriosa libertad la que Dios vino a darnos, la que viviremos por siempre en el cielo pero que podemos anticipar o pregustar en este mundo. El que tiene a Dios nada le falta, decía santa Teresa, lo tiene todo. No teme a los que matan el cuerpo, pues no le pueden matar el alma. Vive en la paz, amor y gozo que da el Espíritu Santo.
La libertad del hiio de Dios está también en que sabe vivir en la abundancia y en la escasez, en lo prospero y en lo adverso, pues no pone su corazón en las cosas de este mundo sino mas bien en los bienes eternos y de ahí le viene su libertad y paz.
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la extraordinaria grandeza del poder sea de Dios y no de nosotros. Afligidos en todo, pero no agobiados; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. 1 Co 4,7-10.
“…los que tienen mujer sean como si no la tuvieran; y los que lloran, como si no lloraran; y los que se regocijan, como si no se regocijarán; y los que compran, como si no tuvieran nada; y los que aprovechan el mundo, como si no lo aprovecharán plenamente; porque la apariencia de este mundo es pasajera.”1 corintios 7,29s
Cristo le ha dado sentido a la cruz de cada día, es decir a problemas, dificultades, trabajos, luchas por el Reino de Dios, incluso a enfermedades y muerte, que son parte de nuestra naturaleza frágil y que Cristo mismo asumió para mostrarnos que hemos de aceptar nuestra condición como camino que lleva al padre.
“Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.”Mateo 16,24ss
Muy parecido al evangelio de hoy: el que no toma su cruz no es digno de mí… y no puede ser mi discípulo.
DOS DISTINTIVOS CLAROS DEL DISCIPULO, dichos por Jesús mismo: el de aceptar nuestra cruz de cada día, y el de amarnos como Él nos amó Juan 13,34s.
Por tanto, el hijo de Dios en su madurez vive libre, es de Dios y para Dios, como los consagrados, que dejan todo para seguir a Cristo, y anticipan la vivencia del reino eterno ya en este mundo, viviendo los valores eternos: es libre de todo (voto de pobreza) de todos (castidad) y de sí mismo (obediencia).
Es libre por el fruto del Espíritu Santo que le da dominio de sí mismo, para hacer de su vida un Don del amor de Dios al mundo; libre para darse, para amar, para servir. Siendo dócil al Espíritu, como los niños a sus padres. Así es como el que te recibe a ti recibe a Jesús, y el que te ayuda a ti ayuda a Jesús. El ha querido hacerse uno con nosotros, y seguir amando y actuando por medio de nosotros.
Lecturas de la Semana
Domingo: 2 Re 4, 8-11. 14-16/Sal 88, 2-3. 16-17. 18-19 (2)/Rom 6, 3-4. 8-11/Mt 10, 37-42
Lunes: Ef 2, 19-22/Sal 116, 1. 2/Jn 20, 24-29
Martes: Gn19, 15-29/Sal 25, 2-3. 9-10. 11-12/Mt 8, 23-27
Miércoles: Gn 21, 5. 8-20/Sal 33, 7-8. 10-11. 12-13/Mt 8, 28-34
Jueves: Gn 22, 1-19/Sal 113, 1-2. 3-4. 5-6. 8-9/Mt 9, 1-8
Viernes: Gn 23, 1-4. 19; 24, 1-8. 62-67/Sal 105, 1-2. 3-4. 4-5/Mt 9, 9-13
Sábado: Gn 27, 1-5. 15-29/Sal 134, 1-2. 3-4. 5-6/Mt 9, 14-17
Conmemoraciones de la Semana
Domingo: 13° Domingo del Tiempo Ordinario
Lunes: Santo Tomás, apóstol
Martes: Día de la Independencia (EEUU)
Miércoles: San Antonio María Zacaría, presbítero; Santa Isabel de Portugal
Jueves: Santa María Goretti, virgen y mártir
Domingo Siguiente: 14° Domingo del Tiempo Ordinario