Guiado por la Carne o por el Espíritu
XXXI Domingo del Tiempo Ordinario
“Señor, consérvame en tu paz.”Sal. 130
¿Qué es ser guiado por el Espíritu Santo? Esos son los hijos de Dios, los guiados por el Espíritu de Dios. ¿Como se hace eso? Tratando de no decidir de acuerdo a las propias pasiones y tendencias de nuestra carnalidad, y de discernir la voluntad de Dios, para actuar de acuerdo al Espíritu que siempre será lo mejor para nosotros y para los demás.
De muchos modos podemos ser guiados por la carne, por ejemplo, cuando uno no trata de agradar a Dios ni de discernir su voluntad, sino que solo se deja llevar por sus deseos egoístas desordenados, es decir pecaminosos por ser contrarios a la voluntad explicita de Dios. Cuando pueden más sus instintos y caprichos que la misma razón humana. Muchos pueden dejarse llevar tanto por su propia subjetividad, sus deseos y cortedad de miras, que ignoran el sentido común, el razonamiento, la inteligencia, la ciencia, la realidad, la fe y la verdad, para decidir en sus vidas.
El ego quiere imponer a otro su propia voluntad egoistamente, sin importarle lo que el otro quiere y expresa, queriéndole condicionar a la fuerza para someterlo a su propia tiranía de su ego; podría darse esto incluso en relaciones de pareja, motivo por el cual llega a ser tan frecuente la violencia intrafamiliar e incluso crímenes. No podemos subestimar el nivel de desquiciamiento de un ego sin el control de la simple razón humana y del Espíritu que le de control y equilibrio.
“…Lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente.”Mt 23
Otro caso sería por ejemplo los que deciden mutilarse y hormonarse para ser algo diferente a lo que son, ignorando o no aceptando la realidad. Parte de lo que nos pide Jesús al decirnos déjate a ti mismo, toma tu cruz de cada día y sígueme, sería referente a esto: hemos de dejar las tendencias carnales que nos pueden alejar de la voluntad de Dios y hacernos mucho daño a nosotros y a los demás.
“Si vivís según el Espíritu, no daréis satisfacción a las apetencias de la carne. Pues la carne tiene apetencias contrarias al espíritu, y el espíritu contrarias a la carne, … las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, odios, discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, disensiones, envidias, embriagueces, orgías y cosas semejantes, sobre las cuales os prevengo, como ya os previne, que quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios.”Gálatas 5,16ss
Por ello nos habla la palabra de no vivir en la carne sino en el espíritu, pues ya no debemos ser tanto carna-
les como espirituales.
“Aunque vivo al presente en la carne, vivo en la fe del Hijo de Dios…”Ga 2,19s
“Que ofrezcan sus cuerpos como víctima viva, santa agradable a Dios; no se acomoden al mundo presente, antes bien por la renovación de su mente busquen la voluntad de Dios, lo bueno, lo agradable, lo perfecto.”Romanos 12
“El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.”Mt 23, 12
Lecturas de la Semana
Domingo: Mal 1, 14 – 2, 2. 8-10/Sal 130, 1. 2. 3/1 Tes 2, 7-9. 13/Mt 23, 1-12
Lunes: Rom 11, 30-36/Sal 68, 30-31. 33-34. 36/Le 14, 12-14
Martes: Rom 12, 5-16/Sal 130, 1. 2. 3/Lc 14, 15-24
Miércoles: Rom 13, 8-10/Sal 111, 1-2. 4-5. 9/Lc 14, 25-33
Jueves: Ez 47, 1-2. 8-9. 12/Sal 45, 2-3. 5-6. 8-9/1 Co 3, 9-11. 16-17/Jn 2, 13-22
Viernes: Rom 15, 14-21/Sal 97, 1. 2-3. 3-4/Lc 16, 1-8
Sábado: Rom 16, 3-9. 16. 22-27/Sal 144, 2-3. 4-5. 10-11/Le 16, 9-15
Domingo Siguiente: Sab 6, 12-16/Sal 62, 2. 3-4. 5-6. 7-8 (2)/1 Tes 4, 13-18 o 4, 13-14/Mt 25, 1-13
Conmemoraciones de la Semana
Domingo: XXXI Domingo del Tiempo Ordinario; Fin del Horario de Verano; Semana Nacional de las Vocaciones
Martes: Día de las Elecciones
Jueves: Dedicación de la Basílica de Letrán
Viernes: San León Magno, Papa y doctor de la Iglesia
Sábado: San Martín de Tours, obispo; Día de los Veteranos (EEUU)
Domingo Siguiente: XXXII Domingo del Tiempo Ordinario