Español English María Inmaculada
Iglesia Católica / Pacoima, CA

San Justino Mártir

Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo (Corpus Christi)

“Bendito sea el Señor.”Salmo 147

Texto de San Justino Mártir (+162) sobre la Eucaristía

San Justino entre los años 132 y 135, mientras caminaba por las playas de Éfeso, un anciano le llamó la atención hacia Cristo y los escritos de los profetas, como maestros antiguos portadores de un mensaje profundo. La tranquilidad de los creyentes ante el martirio lo convenció de que no eran, como se decía, una secta de personas entregadas al canibalismo y al placer. La doctrina le resultó convincente y resolvió convertirse al cristianismo, en Éfeso en tiempos de Adriano, y dedicó el resto de su vida a difundir lo que él consideraba la «verdadera filosofía». Se dedicó a la defensa de la fe cristiana y presentamos a continuación un relato suyo, describiendo como se celebrará la eucaristía en esos inicios del siglo II, cuando tal vez Juan evangelista aún vivía o recién habría muerto. Solo añado las palabras en mayúsculas, para que se entienda a lo que se refiere.


“… Después de ser lavado de ese modo (BAUTISMO) y adherirse a nosotros quien ha creído, le llevamos a los que se llaman hermanos, para rezar juntos por nosotros mismos, por el que acaba de ser iluminado, y por los demás esparcidos en todo el mundo. Suplicamos que, puesto que hemos conocido la verdad, seamos en nuestras obras hombres de buena conducta, cumplidores de los mandamientos, y así alcancemos la salvación eterna.

El día que se llama del sol (DOMINGO) se celebra una reunión de todos los que viven en las ciudades o en los campos, y se leen los recuerdos de los Apóstoles o los escritos de los profetas, mientras hay tiempo (LECTURAS). Cuando el lector termina, el que hace cabeza nos exhorta con su palabra y nos invita a imitar aquellos ejemplos (HOMILIA). Después nos levantamos todos a una, y elevamos nuestras oraciones (ORACION DE LOS FIELES).

Terminadas las oraciones, nos damos el ósculo de la paz (LA PAZ) luego, se ofrece el pan y el vino con agua como ya dijimos (OFERTORIO), y el que preside, según sus fuerzas, también eleva sus preces y largas acciones de gracias (PLEGARIA EUCARISTICA), y todo el pueblo exclama: Amén, que en hebreo quiere decir así sea. Entonces viene la distribución y participación de los alimentos consagrados por la acción de gracias (COMUNION) y su envío a los ausentes por medio de los que llamamos diáconos.

Los que tienen y quieren, dan libremente lo que les parece bien (COLECTA); lo que se recoge se entrega al que hace cabeza para que socorra con ello a huérfanos y viudas, a los que están necesitados por enfermedad u otra causa, a los encarcelados, a los forasteros que están de paso: en resumen, se le constituye en proveedor para quien se halle en la necesidad.

A este alimento lo llamamos Eucaristía. A nadie le es lícito participar si no cree que nuestras enseñanzas son verdaderas y si no ha sido lavado en el baño de la remisión de los pecados y la regeneración (BAUTISMO), y vive conforme a lo que Cristo nos enseñó. Porque no los tomamos como pan o bebida comunes, sino que, así como Jesucristo, Nuestro Salvador, se encarnó por virtud del Verbo de Dios para nuestra salvación, del mismo modo nos han enseñado que esta comida – de la cual se alimentan nuestra carne y nuestra sangre – es la Carne y la Sangre del mismo Jesús encarnado, pues en esos alimentos se ha realizado el prodigio mediante la oración que contiene las palabras del mismo Cristo. Los Apóstoles – en sus comentarios, que se llaman Evangelios – nos transmitieron que así se lo ordenó Jesús cuando, tomó el pan y, dando gracias, dijo: Haced esto en conmemoración mía; esto es mi Cuerpo. Y de la misma manera, tomando el cáliz dio gracias y dijo: ésta es mi Sangre. Y sólo a ellos lo entregó (…) (CONSAGRACION)

Celebramos esta reunión general el día del sol, por ser el primero, en que Dios, transformando las tinieblas y la materia, hizo el mundo; y también porque es el día en que Jesucristo, Nuestro Salvador, resucitó de entre los muertos; …”

Lecturas de la Semana

Domingo: Dt 8, 2-3. 14-16/Sal 147, 12-13. 14-15. 19-20 (12)/1 Co 10, 16-17/J 6, 51-58
Lunes: 2 Co 1, 1-7/Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9/Mt 5, 1-12
Martes: 2 Co 1, 18-22/Sal 118, 129. 130. 131. 132. 133. 135/Mt 5, 13-16
Miércoles: 2 Co 3, 4-11/Sal 98, 5. 6. 7. 8. 9/Mt 5, 17-19
Jueves: 2 Co 3, 15-4, 1. 3-6/Sal 84, 9 y 10. 11-12. 13-14/Mt 5, 20-26
Viernes: Dt 7, 6-11/Sal 102, 1-2. 3-4. 6-7. 8. 10 (ver 17)/1 Jn 4, 7-16/Mt 11, 25-30
Sábado: 2 Co 5, 14-21/Sal 102, 1-2. 3-4. 9-10. 11-12//Lc 2, 41-51
Domingo Siguiente: Ex 19, 2-6/Sal 99, 1-2. 3. 5 (3)/Rom 5, 6-11/Mt 9, 36-10, 8

Conmemoraciones de la Semana

Domingo: Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo (Corpus Christi)
Lunes: Lunes de la X semana Tiempo ordinario
Martes: Memoria de San Antonio de Padua, presbítero y doctor de la Iglesia
Miércoles: Miércoles de la X semana del Tiempo ordinario
Jueves: Jueves de la X semana del Tiempo ordinario
Viernes: Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús
Sábado: Memoria del Corazón Inmaculado de la Bienaventurada Virgen María
Domingo Siguiente: XI Domingo Ordinario

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