Español English María Inmaculada
Iglesia Católica / Pacoima, CA

Lepra Espiritual

Sexto Domingo del Tiempo Ordinario

“Perdona, Señor, nuestros pecados.”Sal. 31

La lepra provoca insensibilidad, no sienten la temperatura. Esto podemos aplicarlo también a la insensibilidad del alma, cuando no siente amor ni compasión por los demás, cuando le da igual ser una carga para los demás, cuando está tan mal que ya no siente el calor y amor de los demás, y no le interesa lo que piensen o sientan.

Pero hay otra característica igualmente peculiar, los leprosos quedaban aislados para no contagiar. Eran apartados de la comunidad. Así también sucede a muchas almas enfermas sin el Espíritu Santo: se aíslan, no quieren acercarse a nadie, se refugian en sus cuevas o alcobas, y más en nuestra generación de los mass media, se dejan atrapar por las redes y cortan el contacto real con los demás.

Hoy tiene más sentido que nunca la frase de “dejando sus redes, lo siguieron”. Hoy también tendríamos que dejar las redes sociales que paradójicamente nos aíslan, nos encierran, nos apartan de los demás, quedando enredados como la mosca en la red de la araña. Nos alejan de las personas que tenemos alrededor, les privamos de nosotros, le damos tiempo a otros, que ni sabemos quién son.

Uno pierde esa sensibilidad para querer ser bendición y amor, para amar y dar, para compadecerse, cuando está en la ceguera del desorden egoísta, vive en la carne y no en el Espíritu. No quiere ser curado de su ceguera ni de su lepra, ama su pecado, no quiere salir de él.

El ego no quiere cambios, está en su zona de confort, en sus rutinas, no quiere ser desinstalado ni esforzarse por cambiar, aunque fuera para crecer. Como dice el dicho: más vale malo conocido que bueno por conocer. Y se queda con lo conocido y aprendido, aunque sea malo, porque aprender y cambiar cuesta, y como se desconoce lo grandioso del resultado, pues no se valora ni quiere esforzarse por ello.

“Pero el hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque son cosas que se disciernen espiritualmente.”1 corintios 2,14

Así, el hombre que vive en la carne no quiere dejar la lepra de su pecado, está apegado a él; como el hombre de las manos atadas, al que convencieron de que así era mejor, pues no podía hacer las cosas malas de los que tenían manos libres. No quiere dejar sus apegos, como el drogadicto o el alcohólico. No puede, necesita ayuda externa, como nosotros no podríamos dejar el pecado por nosotros mismos, necesitamos la ayuda de Dios. Solo El nos devuelve la vista para ver, y SI NOS DEJAMOS SANAR surgirá un deseo de corresponder y de amor, movidos por la gratitud que Cristo desea que nos mueva a todos.

Lecturas de la Semana

Domingo: Lv 13, 1-2. 44-46/Sal 31, 1-2. 5. 11 (7)/1 Cor 10, 31-11, 1/Mc 1, 40-45
Lunes: Sant 1, 1-11/Sal 118, 67. 68. 71. 72. 75. 76/Mc 8, 11-13
Martes: Sant 1, 12-18/Sal 93, 12-13. 14-15. 18-19/Mc 8, 14-21
Miércoles: J1 2, 12-18/2 Cor 5, 20 – 6, 2/Sal 50, 3-4. 5-6. 12-13. 14 y 17/Mt 6, 1-6. 16-18
Jueves: Dt 30, 15-20/Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6/Lc 9, 22-25
Viernes: Is 58, 1-9/Sal 50, 3-4. 5-6. 18-19/Mt 9, 14-15
Sábado: Is 58, 9-14/Sal 85, 1-2. 3-4. 5-6/Lc 5, 27-32
Domingo Siguiente: Gn 9, 8-15/Sal 24, 4-5. 6-7. 8-9 (ver 10)/ 1 Pe 3, 18-22/Mc 1, 12-15

Conmemoraciones de la Semana

Domingo: 6to Domingo del Tiempo Ordinario, Día Mundial del Matrimonio
Miércoles: Miércoles de Ceniza; Día de San Valentín
Sábado: Los siete santos fundadores de la orden de los servitas
Domingo Siguiente: 1er Domingo de Cuaresma

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