Propósito de la Vida
XXV Domingo del Tiempo Ordinario
“Bendeciré al Señor eternamente.”Sal. 144
Dicen que ha aumentado mucho el número de depresivos, de suicidios, de ninis, que ni estudian ni trabajan; muchos no tienen razones para vivir ni para hacer nada, están desmotivados, mirándose el ombligo, matando el tiempo literalmente en internet, videojuegos o peores cosas, haciéndose adictos a drogas, pornografía, y tantas otras cosas que destruyen sus vidas. O simplemente distraídos buscando bienestar aparente, en busca de placer artificialmente, con lo antes mencionado, o dedicados a sus cuerpos, tras la salud o la belleza.
Como dijo Einstein, el barco está seguro anclado en el puerto, pero no fue hecho para eso. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma? ¿De qué serviría tener salud y belleza si no tiene un propósito para vivir y dar la vida? ¿A quién enriquece el barco si no sale del puerto? ¿Si solo está pendiente de su propio cuidado, narcisista egocéntricamente?
No hemos recibido la vida para mirarnos al ombligo, ni para matar el tiempo, ni para quedar anclados barriendo sobre barrido, buscando granitos en la piel, y embelleciendo lo ya embellecido. No tiene razón de ser la vida si es solo para mantener la salud, de todos modos, envejecerá y morirá, y ¿de que habrá servido?
“¿Por qué se han quedado todo el día sin hacer nada?»… Y les dijo: «Vayan también ustedes a trabajar en mi viña.”Mt 20,6s
El Señor porque nos ama nos pide estar activos en su obra divina, correspondiendo con amor a todo lo que recibimos.
¿Cuál es el propósito de la vida humana creada por Dios a su imagen y semejanza? Pues vivir como imagen de Dios, es decir reflejando sus frutos y dones de amor, gozo, paz, bondad, mansedumbre, fidelidad, fortaleza, sabiduría, conocimiento… (dones Isaías 11 y frutos Gálatas 5,22).
El hombre ha sido creado para conocer amar y servir a Dios y así salvar su alma (San Ignacio de Loyola). En cambio, si se deja llevar uno por sus tendencias de la carne, pues quedará viviendo solo instintivamente pero como sin alma, llevado por su soberbia, avaricia, ira, envidia, lujuria y pereza, y por siempre insatisfecho, en pecado, quedando como un inútil porque no quiere ni tiene motivación para amar ni esforzarse por nada.
El pecado siempre conlleva su propia penitencia, como es la infelicidad, vacío, frustración, victimismo, hastío, y peores males de pecado como sucede cuando uno se deja llevar por la avaricia para incluso robar o buscar dinero fácil. O llevado por la lujuria entra a toda clase de búsqueda de placer desordenado, destruyéndose a sí mismo y a muchos otros.
Cada uno escoge lo que quiere para su vida, si una vida vacía e inútil (que no merece ni el nombre de vida, pues es un cadáver ambulante, espiritualmente muerto) o si se abre a recibir la vida en abundancia que Jesús vino a darnos (Juan 10,10); la que vemos en Pablo que no se cambia por nadie, lleno de sentido para vivir y para morir, como entrada en a Vida plena y eterna. (Filipenses 1,21).
Lecturas de la Semana
Domingo: Is 55, 6-9/Sal 144, 2-3. 8-9. 17-18 (18)/Flp 1, 20-24. 27/Mt 20, 1-16
Lunes: Esd 1, 1-6/Sal 125, 1-2. 2-3. 4-5. 6/Lc 8, 16-18
Martes: Esd 6, 7-8. 12. 14-20/Sal 121, 1-2. 3-4. 4-5/Le 8, 19-21
Miércoles: Esd 9, 5-9/Tob 13, 2. 3-4. 4. 7-8/Lc 9, 1-6
Jueves: Ag 1, 1-8/Sal 149, 1-2. 3-4. 5-6 y 9/Lc 9, 7-9
Viernes: Dn 7, 9-10. 13-14 o Ap 12, 7-12/Sal 137, 1-2. 2-3. 4-5/Jn 1, 47-51
Sábado: Zac 2, 5-9. 14-15/Jr 31, 10. 11-12. 13/ Lc 9, 43-45
Domingo Siguiente: Ez 18, 25-28/Sal 24, 4-5. 6-7. 8-9. (6)/Flp 2, 1-11 o 2, 1-5/Mt 21, 28-32Conmemoraciones de la Semana
Domingo: XXV Domingo del Tiempo Ordinario; Domingo del Sacerdocio
Martes: Santos Cosme y Damián, mártires
Miércoles: San Vicente de Paúl, presbítero
Jueves: San Wenceslao, mártir; Santos Lorenzo Ruiz y compañeros, mártires
Viernes: Santos arcángeles Gabriel, Miguel y Rafael
Sábado: San Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia
Domingo Siguiente: XXVI Domingo del Tiempo Ordinario; Domingo de Respeto a la Vida