Confía en Dios
Cuarto Domingo del Tiempo Ordinario
“Señor, que no seamos sordos a tu voz.”Sal. 94
Es el gran problema de los seres humanos, la desconfianza. En especial en este último minuto de la historia, influidos por los medios que no dejan de hablarnos de todos los males, las novelas y películas, que solo muestran el pecado y la maldad, han hecho que la gente sea más desconfiada y mal pensada. Esto tiene consecuencias negativas, pues es causa de muchas separaciones y rupturas familiares, por la tendencia a pensar mal, aun sin pruebas, por falta de amor a la verdad; se decide pensar mal y desconfiar.
El mismo fenómeno puede darse también respecto a Dios mismo. Tenemos infinidad de pruebas de su existencia y amor, la creación entera proclama la grandeza y belleza del creador, la misma existencia y la vida, la revelación divina por siglos de profetas y del hijo de Dios hecho hombre, sus milagros y palabras, su misma resurrección atestiguada por los apóstoles, etc.; pero muchos, sin razones ni causas razonables, deciden descartar todo eso y prefieren tomar la decisión de desconfiar y no creer en Dios.
Esta errónea decisión es instigada como siempre por el mismo diablo, gobernador de este mundo y padre de la mentira, y por el mundo, que junto con el desorden egoísta son los enemigos del alma. En efecto los medios de manipulación han influido mucho en la gente presentando un mundo sin Dios; creen que es lo normal vivir sin Dios, como se ve a todos en la TV o en películas. El propio ego prefiere no creer, para seguir endiosado, sin nadie que le diga lo que es bueno o malo, pues eso lo quiere decidir el, para seguir haciendo lo que le venga en gana, desde su tendencia a los 7 capitales.
Es comparable al niño de 5 años, o al adolescente, que cree saber más que sus padres, que no quiere hacer lo que le dice su madre, aunque le dicen que es por su bien; cuando le piden ir al médico, someterse a tratamiento, o esforzarse para ir a la escuela y estudiar… el niño cree saber más y mejor que sus padres, y no quiere que le manden nada, pues quiere hacer solo su voluntad, sin pensar en las consecuencias negativas.
Como un caballo salvaje que no sirve para nada, pues no se puede montar, a diferencia de uno bien domesticado y enseñado para torear, para carreras o para bailes que se exhiben para admiración de todos. Es la diferencia entre el sabio que escucha a Dios y confía en El, y el necio que no quiere hacer más que lo fácil y cómodo, llevado por su propio desorden egoísta que destruye su vida en malos caminos que toma.
El hacer o no hacer su voluntad es la diferencia entre recibir a Dios y su salvación o no recibirla, entre sabiduría y vida divina y necedad que lleva a la destrucción. Y esto depende de la confianza en El. El que confía en Dios hace su voluntad pues sabe que es lo mejor que puede escoger siempre. El que no la hace es porque se fía más de su propio desorden egoísta y cortedad de miras que de Dios, como el adolescente que cree que sabe más que sus padres y no les obedece. DEJARNOS LIBERAR Y ENRIQUECER POR JESUS. SU PALABRA TIENE AUTORIDAD SOBRE LOS ESPIRITUS INMUNDOS.
Lecturas de la Semana
Domingo: Dt 18, 15-20/Sal 94, 1-2. 6-7. 7-9 (8)/1 Cor 7, 32-35/Mc 1, 21-28
Lunes: 2 Sm 15, 13-14. 30; 16, 5-13/Sal 3, 2-3. 4-5. 6-7/Мс 5, 1-20
Martes: 2 Sm 18, 9-10. 14. 24-25. 30—19, 3/Sal 85, 1-2. 3-4. 5-6/Mc 5, 21-43
Miércoles: 2 Sm 24, 2. 9-17/Sal 31, 1-2. 5. 6. 7/Mc 6, 1-6
Jueves: 1 Re 2, 1-4. 10-12/1 Chr 29, 10. 11. 11d-12. 12/Mc 6, 7-13
Viernes: Mal 3, 1-4/Heb 2, 14-18/Sal 23, 7. 8. 9. 10/Lc 2, 22-40 • 2, 22-32
Sábado: 1 Re 3, 4-13/Sal 118, 9. 10. 11. 12. 13. 14/Mc 6, 30-34
Domingo Siguiente: Job 7, 1-4. 6-7/Sal 146, 1-2. 3-4. 5-6 (ver 3)/1 Cor 9, 16-19. 22-23/Mc 1, 29-39
Conmemoraciones de la Semana
Domingo: 4to Domingo del Tiempo Ordinario, Semana de Escuelas Católicas
Miércoles: San Juan Bosco, sacerdote
Viernes: La Presentación de Jesús, Día mundial de la vida consagrada
Sábado: San Blas, obispo y mártir; San Óscar, obispo
Domingo Siguiente: 5to Domingo del Tiempo Ordinario