Tu Alma Te Necesita
1er Domingo de Adviento
“Señor, muéstranos tu favor y sálvanos.”Sal. 79
No necesitamos que nos motiven para cuidar el cuerpo o para embellecerlo, todos lo hacemos de modo natural porque lo valoramos, lo vemos, lo sentimos, queremos estar bien de salud y de apariencia, nos arreglamos y vestimos bien, tomamos vitaminas y minerales para no enfermar etc.; por ello Jesús no vino a hablarnos de esto que vemos naturalmente, Jesús vino a revelarnos lo que no vemos ni valoramos de modo natural: la salud del alma.
Pensemos que si tanto cuidamos el cuerpo mucho más deberíamos hacer con el alma, pues es para la eternidad. ¿Qué tanto nos preocupamos por la salud y belleza del alma? Muchos no mueven ni un dedo por el alma, y como consecuencia hay algunos que están realmente graves, hasta el punto de ser insoportables para los que les rodean y a veces hasta para sí mismos. Tratan mal, imponen, quejas, malas palabras, adicciones, …o aun peor cuando se dedican a hacer el mal.
Si viéramos la fealdad de las almas descuidadas con los ojos de Dios y de los que están en el cielo no nos quedaríamos tan tranquilos en este estado. ¡ESTAD PREPARADOS! Nos pide el evangelio, porque sin santidad no podremos entrar al Reino, como nos advierte Jesús con insistencia. Deberíamos nutrir nuestra alma a diario de la palabra de Dios, sacramentos, para tener salud y caridad, y así poder ser bendición para todos en lugar de una carga pesada más en sus vidas. Solo así estaremos listos para el gran encuentro con El, cuando venga o cuando vayamos.
Dios quiere que seamos don suyo unos para otros. Deberíamos disfrutar los unos de los otros, de los dones y carismas que todos deberíamos estar ofreciendo a los demás; en lugar de eso a veces tenemos que sufrir y soportar a los demás por no haber trabajado nada en domesticar el caballito salvaje y por no haber educado con la sabiduría divina la locomotora personal, la loca de la casa.
PARA ESTAR PREPARADOS, además de retiros, ejercicios espirituales, oración, sacramentos y grupos, es muy beneficioso hacer cada día por las noches la oración con el examen del día, revisando como vivimos a la luz de la fe o en que fallamos como hijos de Dios. Se puede meditar en presencia de Dios sobre qué lugar dimos a Jesús en nuestro día, si le dejamos ser el Rey y Señor, si entristecimos al Espíritu Santo con alguna de nuestras actitudes o palabras, si reflejamos bien a Jesús o si lo desfiguramos con actitudes egocéntricas y de soberbia etc.
Si queremos tener la belleza de hijos de Dios, debemos procurar a diario esa salud del alma que tanto nos beneficiará a nosotros y a los demás, y que es la llave para vivir ya aquí el Reino de Dios, la vida realmente cristiana, y así estar listos para entrar a la Vida cuando nos llegue el momento.
“ÉI los hará permanecer irreprochables hasta el fin, hasta el día de su advenimiento. Dios es quien los ha llamado a la unión con su Hijo Jesucristo, y Dios es fiel.”1 Co 1,9
Lecturas de la Semana
Domingo: Is 63, 16-17. 19; 64, 2-7/Sal 79, 2-3. 15-16. 18-19 (4)/1 Co 1, 3-9/Mc 13, 33-37
Lunes: Is 2, 1-5/Sal 121, 1-2. 3-4. 4-5. 6-7. 8-9/Mt 8, 5-11
Martes: Is 11, 1-10/Sal 71, 1-2. 7-8. 12-13. 17/Lc 10, 21-24
Miércoles: Is 25, 6-10/Sal 22, 1-3. 3-4. 5. 6/Mt 15, 29-37
Jueves: Is 26, 1-6/Sal 117, 1 y 8-9. 19-21. 25-27/ Mt 7, 21. 24-27
Viernes: Gn 3, 9-15. 20/Sal 97, 1. 2-3. 3-4/Ef 1, 3-6. 11-12/Lc 1, 26-38
Sábado: Is 30, 19-21. 23-26/Sal 146, 1-2. 3-4. 5-6/Mt 9, 35—10, 1. 5. 6-8
Domingo Siguiente: Is 40, 1-5. 9-11/Sal 84, 9-10. 11-12. 13-14 (8)/2 Pe 3, 8-14/Mc 1, 1-8
Conmemoraciones de la Semana
Domingo: 1er Domingo de Adviento
Lunes: San Juan Damasceno, presbítero y doctor de la Iglesia
Miércoles: San Nicolás, obispo
Jueves: San Ambrosio de Milán, obispo y doctor de la Iglesia
Viernes: La Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María
Sábado: San Juan Diego Cuauhtlatoatzin
Domingo Siguiente: 2do Domingo de Adviento