Cristo se Sigue Manifestando
Solemnidad de la Epifania del Señor
“Que te adoren, Señor, todos los pueblos”Sal. 71
La palabra Epifanía significa manifestación. La teofanía es manifestación de Dios; esto es lo que encontraron los magos venidos de oriente en aquel portal de Belén, en aquel recién nacido al que ofrecieron sabia y proféticamente oro como a Rey, incienso como a Dios y mirra como a hombre, pues, cómo definiría el Credo después, Cristo es Dios y hombre verdadero y también es rey.
Esos sabios de oriente eran buscadores, pues solo el que busca encuentra, y solo buscando se puede alcanzar algo de sabiduría; supieron discernir signos del cielo para llegar a dar con el Dios hecho hombre-niño, y como es propio del sabio tuvieron humildad para postrarse y adorarlo, para aceptar lo que no se puede entender humanamente, pero el sabio sabe que la verdad completa excede nuestra capacidad y lógica humana.
¿Y nosotros qué? ¿Somos buscadores, amamos la verdad, buscamos a Dios? ¿o nos dejamos llevar por la superficialidad del mundo que nos quiere distraídos en las cosas de este mundo pasajero? El Señor nos llama a discernir los signos de los tiempos, y lo hizo con un fuerte reclamo también a los de su tiempo que tal vez no estaban tan perdidos y dispersos como lo estamos hoy:
“¡Hipócritas! Sabéis examinar el aspecto de la tierra y del cielo; entonces, ¿por qué no examináis este tiempo presente?”Lucas 12,56
Siguiendo el ejemplo de los santos reyes deberíamos ser amantes de la verdad, buscadores de la sabiduría, tratando de discernir con criterios de Dios entre lo valioso y lo superfluo que encontramos en este mundo y en este modo de existencia en que nos encontramos, para no ser arrastrados por las mentiras y engaños de este mundo superficial llevado por el Maligno como dijo Jesús.
Discernir entre el bien y el mal, entre lo verdadero y engañoso, entre lo valioso y lo descartable es muy claro si escuchamos la Palabra de Dios y vemos el ejemplo de Jesús que es el que debe guiarnos. No debemos dejarnos engañar por los criterio humanos, carnales o mundanos, pues el cristiano vive a la luz de la fe y de la Palabra de Dios. Para nosotros lo verdaderamente valioso es lo espiritual, lo eterno, los valores del cielo, más que lo material y pasajero, incluyendo la vida en el cuerpo que es temporal. Pues…¿de qué le serviría a uno ganar el mundo entero si pierde su alma?
Vivir a la luz de la Cristo, iluminados por la fe que es la estrella que debe guiarnos a Dios, nos llevará siempre a tener la mente de Cristo, su modo de pensar, de juzgar, de amar y de vivir, dispuestos a seguir sus pasos por amor a El y al prójimo, aun si nos tocara entregar nuestra vida física como hizo El y tantos Santos que siguieron sus pasos.
Cristo nos sigue hablando claro, por su Palabra, por su Iglesia, por las circunstancias, signos de los tiempos, para que lo reconozcamos, y tomemos el camino de la Vida, el que nos lleva a El para siempre.
Lecturas de la Semana
Lunes: Is 42:1-4, 6-7 o Hch 10:34-38; Sal 29 (28):1-4, 3, 9-10; Mt 3:13-17
Martes: Heb 2:5-12; Sal 8:2ab, 5, 6-9; Mc 1:21-28 o Heb 1:1-6 y 2:5-12; Sal 8:2ab, 5, 6-9; Mc 1:14-20 y 1:21-28
Miércoles: Heb 2:14-18; Sal 105 (104):1-4, 6-9; Mc 1:29-39
Jueves: Heb 3:7-14; Sal 95 (94):6-11; Mc 1:40-45
Viernes: Heb 4:1-5, 11; Sal 78 (77):3, 4bc, 6c-8; Mc 2:1-12
Sábado: Heb 4:12-16; Sal 19 (18):8-10, 15; Mc 2:13-17
Domingo: Is 49:3, 5-6; Sal 40 (39):2, 4, 7-10; 1 Cor 1:1-3; Jn 1:29-34
Los Santos y Otras Celebraciones
Domingo: Solemnidad de la Epifania del Señor
Lunes: Fiesta de El Bautismo del Señor
Martes: La Primera Semana del Tiempo Ordinario
Viernes: San Hilario
Sábado: Santa María Virgen