Crecimiento
Tercer Domingo de Cuaresma
“Quítate las sandalias, porque el lugar que pisas es tierra sagrada.” Exodus 3:5
En la regla de san Benito, se dice a los monjes que su vida deber ser una “Cuaresma continua”. Al principio, esto puede sonar como algo negativo, difícil o totalmente deprimente. Más bien, es simplemente una llamada a estar abiertos y seguir creciendo. De hecho, uno de los votos que profesan los benedictinos es la Conversatio Morum, es decir, la “conversión de la vida”. En pocas palabras, eso es lo que Jesús está diciendo esta semana. Estamos llamados
a cambiar nuestras vidas. Algunas personas se acercaron a Jesús con chismes y una historia espantosa sobre Pilato; Jesús los desafío con un par de preguntas punzantes, y luego relató la parábola de la higuera. Para ponerlo en contexto, normalmente los higos florecen en dos años, y luego se pueden cosechar dos veces al año. Cuando un árbol lleva tres años estéril, lo mejor sería eliminarlo, pero este no es el enfoque que sugirió Jesús. En cambio, el jardinero de la parábola optó por nutrir el árbol, fertilizándolo con estiércol. No estaba dispuesto a abandonarlo.
Hay momentos en los que podemos sentir que nuestras vidas están cubiertas de estiércol, y nos quedamos dormidos en una plétora de momentos difíciles y dolorosos. Pero Jesús nos llama a utilizar este tiempo, a sacar fuerzas de él, a utilizar el estiércol de nuestras vidas como abono, a comenzar una transformación lenta y constante hacia un lugar nuevo y mejor, hasta que nosotros también podamos dar fruto. El crecimiento es siempre un proceso, y tenemos que empezar por algún sitio. Aunque siempre hay una llamada al arrepentimiento y a la conversión, hemos sido bendecidos con un Dios que es lo suficientemente amoroso y paciente como para esperar a que entremos en razón, por mucho tiempo que nos lleve. En esta Cuaresma se nos llama a la vida. Estamos llamados a arrepentirnos. Estamos llamados a ser alimentados y fertilizados y a tomarnos el tiempo y el esfuerzo para crecer.
Lecturas de la Semana
Lunes: 2 Re 5:1-15ab; Sal 42 (41):2, 3; 43:3, 4; Lc 4:24-30
Martes: Dn 3:25, 34-43; Sal 25 (24):4-5ab, 6, 7bc, 8-9; Mt 18:21-35
Miércoles: Dt 4:1, 5-9; Sal 147:12-13, 15-16, 19-20; Mt 5:17-19
Jueves: Jer 7:23-28; Sal 95 (94):1-2, 6-9; Lc 11:14-23
Viernes: Is 7:10-14, 8:10; Sal 40 (39):7-11; Heb 10:4-10; Lc 1:26-38
Sábado: Os 6:1-6; Sal 51 (50):3-4, 18-21ab; Lc 18:9-14
Domingo: Jos 5:9a, 10-12; Sal 34 (33):2-7; 2 Cor 5:17-21; Lc 15:1-3, 11-32
Lecturas alternativas (Año A): 1 Sm 16:1b, 6-7, 10-13a; Sal 23 (22):1-6; Ef 5:8-14; Jn 9:1-41 [1, 6-9, 13-17, 34-38]
Los Santos y Otras Celebraciones
Domingo: Tercer Domingo de Cuaresma; Comienza la primavera
Miércoles: St. Turibius of Mogrovejo
Viernes: La Anunciación del Señor; Abstinencia