En Jesucristo Se Unen el Amor y el Poder
Fiesta de Cristo Rey
Queridos hermanos y hermanas, reciban el saludo fraterno y cordial con la esperanza que esta simple reflexión nos ayude a identificarnos mas con la persona de Jesucristo.
Jesucristo Pantocrator (del mosaico deesis) en Hagia Sophia
Podemos decir que en esta fiesta estamos bendiciendo, alabando, agradeciendo el poder de Jesucristo. Jesús dijo a sus apóstoles “Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra” Mt. 28:18. Jesucristo es el poderosos, el que tiene poder. ¿Pero porque es lo maravilloso de esta fiesta? Que el poder no esta separado de el amor. Porque la gran tragedia que sufre el mundo es que el amor esta separado del poder. De poco sirve un amor impotente, de poco sirve un poder sin amor. Lo que necesitamos es un poder que tenga amor, lo que necesitamos es un amor que tenga poder.
¿Qué es un amor impotente? Es el que se queda solamente en las buenas intenciones, en los buenos sentimientos. Tenemos buenos sentimientos, tenemos amor por los niños, sin embargo, ¿de que sirve un amor impotente? Si ese amor so se traduce en obras, en instituciones, en familias nuevas; si no se traduce en una educación de la afectividad y en una educación en el manejo de nuestro tiempo y dinero, nuestro amor es impotente y un amor impotente va dejando una estela de cadáveres. ¡Un amor impotente no sirve de nada! No obstante, un poder sin amor es todavía una cosa peor. Poder sin amor significa aprensión, desaparecidos, tortura, secuestros, matanza. ¿Qué corazón se necesita para secuestrar a una persona? Cuando se secuestra a una persona y se sabe que hay una familia llorando de rabia, de dolor, de miedo, y eso no importa. Cuando no importa las lagrimas de los pobres, cuando no importan los sentimientos de los indefensos, ahí tenemos el rostro de un poder sin amor. No sabe uno que es peor, si el amor impotente, el amor sin poder, o el poder sin amor. El amor sin poder, es la complicidad con que tanta gente deja que el mundo se pudra. El poder sin amor, es el fuego maldito que destruye naciones enteros, que despedaza a los inocentes y a los pequeños en los altares de la egolatría.
Pero Jesucristo no es amor sin poder, ni Jesucristo es poder sin amor. En Jesucristo bella, hermosa, sabiamente, se une el amor y el poder. El es el amoroso pastor, El es el único juez. Juntemos esas dos palabras: Juez, eso suena a poder; pastor eso suena a amor. Jesucristo es los dos, poder que sabe amarnos, amor que tiene poder en nosotros. Alegrémonos en esta fiesta y aprendamos el modelo de Cristo. ¡Que Dios los bendiga!
Vivamos la Palabra de Dios
En la primera carta a la comunidad tesalonicense san Pablo le dice que “el día del Señor vendrá como un ladrón en plena noche” (1 Tesalonicenses 5:2). Dios vendrá a robarse la vida tal como ahora la conocemos. Sin embargo, si en ese momento tomamos la vida tal como llega, tal vez algo nuevo pudiera nacer en nosotros.
Lecturas de la Semana
Lunes: Apo 14:1-3, 4b-5; Sal 24 (23):1bc-4ab, 5-6; Lc 21:1-4
Martes: Apo 14:14-19; Sal 96 (95):10-13; Lc 21:5-11
Miércoles: Apo 15:1-4; Sal 98 (97):1-3ab, 7-9; Lc 21:12-19
Jueves:
- Apo 18:1-2, 21-23; 19:1-3, 9a; Sal 100 (99):1b-5; Lc 21:20-28 o
- Día de Acción de Gracias: Sir 50:22-24; Sal 145 (144):2-11; 1 Cor 1:3-9; Lc 17:11-19
Viernes: Apo 20:1-4, 11 — 21:2; Sal 84 (83):3-6a, 8a; Lc 21:29-33
Sábado: Apo 22:1-7; Sal 95 (94):1-7ab; Lc 21:34-36
Domingo: Is 63:16b-17, 19b; 64:2-7; Sal 80 (79):2-3, 15-16, 18-19; 1 Cor 1:3-9; Mc 13:33-37
Un acto de acción de gracias, cuando las cosas marchan mal para nosotros, vale más que miles de gracias cuando las cosas van conforme a nuestras inclinaciones. — San Juan de Ávila
Los Santos y Otras Celebraciones
Domingo: Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo
Lunes: Trigésima Cuarta Semana del Tiempo Ordinario; San Andrés Dũng-Lạc y compañeros
Martes: Santa Catalina de Alejandría
Jueves: Día de Acción de Gracias
Sábado: Santa María Virgen
“La mejor manera de mostrar mi gratitud a Dios es aceptar todo, incluso mis problemas, con alegría.” — Madre Teresa
Tesoros de Nuestra Fe
Llegando al final del año de la Iglesia, podemos preguntarnos cómo hemos llegado “extrema unción” de “unción de los enfermos.” “Extrema” viene de una frase en latín, in extremis, que se refiere a la última lucha de una persona agonizando. “Extremaunción” es una frase que se refiere al hecho de que hace años todo el mundo esperó hasta la última crisis de la enfermedad para convocar el sacerdote. El objetivo de la unción siempre había sido la curación y el perdón, pero con el tiempo empezó a ser vista como una preparación para la muerte. En un mundo difícil, casi cualquier cosa, desde un padrastro (uña) a un estornudo podría ser peligrosa para la vida, así que quizás el cambio era inevitable. Se acentuó el énfasis en los aspectos penitenciales, incluso a la práctica impar de Roma en el siglo XII, cuando la persona enferma era rociada con cenizas mezcladas con agua bendita y se le dio una camisa de pelo en señal de penitencia. Los reformadores afortunadamente pasados por alto algunas de estas rarezas de la historia, y hoy el sacramento de los enfermos es mucho más generosamente aplicadas a las personas en una amplia gama de situaciones. Aun así, es un sacramento de la reconciliación, y por esa razón no se celebra para un bebé o niño pequeño, aunque no es un rito para una visita a un niño enfermo sin incluir unción o Comunión.