Heredar el Reino
Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo
“Estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme.” Mateo 25, 35-36
Tal vez sea importante recordar que, si bien la imagen de Cristo como Rey ha sido conocida en toda la cristiandad, su fiesta fue establecida en 1925 como una reacción y una respuesta al creciente secularismo, comunismo y ateísmo que después de la Primera Guerra Mundial se estaban cada vez más extendiéndose. Si retrocedéramos aun más en el tiempo, recordaríamos que a lo largo de la historia rara vez ha habido un tiempo de paz en el mundo cristiano. La misma Tierra Santa ha sido frecuentemente un campo de batalla. La misma historia de la Iglesia tiene cismas y divisiones; y cada concilio de la Iglesia fue convocado para tratar de corregir alguna noción equivocada, evento mundial o herejías de la Iglesia. Tampoco los líderes de la Iglesia siempre han tenido las manos limpias, y ha habido guerras, genocidios e insurrecciones “en el nombre de Cristo”. Hoy, cuando más y más personas abandonan a una Iglesia organizada, y se identifican como “personas espirituales, pero no religiosas”, la necesidad de Cristo como líder y guía es más apremiante que nunca.
El mundo en el que vivimos es complejo. Somos una sociedad diversa y global en donde hay muchos asuntos y opiniones que van desde el cambio climático hasta la política y la religión. A veces tratamos de resolver todo, y es difícil saber qué y a quién creer. Uno puede encontrar múltiples perspectivas de la misma noticia y las redes sociales pueden fácilmente influenciarnos. Sin embargo, cuando nos centramos en la historia del Evangelio, parece muy simple. No tenemos que saberlo o averiguarlo todo. No somos nosotros los que estaremos en el trono en el día del Juicio Final. Cuando Dios empiece a separar las ovejas de las cabras, la formula es una simple regla de oro. “¿Cuándo viste a Cristo en los demás? ¿Cuándo respondiste como corresponde?” No preguntará si eres católico o incluso si eres cristiano; si tienes antecedentes penales o una enfermedad terminal; si tienes un doctorado o una educación hasta quinto grado; o qué idiomas hablas. La llamada es para recordar que “todo lo que hiciste con el más insignificante, conmigo lo hicieron”. Y luego estará la invitación: “vengan benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo”.
Lecturas de la Semana
Lunes: Ap 14:1-3, 4b-5; Sal 24 (23):1bc-4ab, 5-6; Lc 21:1-4
Martes: Ap 14:14-19; Sal 96 (95):10-13; Lc 21:5-11
Miércoles: Ap 15:1-4; Sal 98 (97):1-3ab, 7-9; Lc 21:12-19
Jueves: Ap 18:1-2, 21-23; 19:1-3, 9a; Sal 100 (99):1b-5; Lc 21:20-28
Día de Acción de Gracias (sugerencia): Eclo 50:22-24; Sal 145 (144):2-11; 1 Cor 1:3-9; Lc 17:11-19
Viernes: Ap 20:1-4, 11 — 21:2; Sal 84 (83):3-6a, 8a;Lc 21:29-33
Sábado: Ap 22:1-7; Sal 95 (94):1-7ab; Lc 21:34-36
Domingo: Is 63:16b-17, 19b; 64:2-7; Sal 80 (79):2-3, 15-16, 18-19; 1 Cor 1:3-9; Mc 13:33-37