Sabático: Tiempo de Renovación
Domingo de Ramos de la Pasión del Señor
“Señor, cuando llegues a tu reino, acuérdate de mí.” Lucas 23, 42
En el libro de Eclesiastés capítulo 3: 1-8 nos dice que “hay un tiempo para todo,/ y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.” Dios es soberano. Todo lo que hacemos en el mundo tiene sentido cuando confiamos en su sabiduría, su tiempo y su bondad. Dios nos ofrece tanto con otras palabras y nos invita precisamente a confiar en este amor. Nos invita a renovar nuestra relación con El apartándonos de tantas cosas que tenemos que hacer; dejar tantas ocupaciones diarias y así renovar y refrescar el alma y el espíritu. Después de un largo discernimiento con mi director espiritual y mi grupo de apoyo el Sr. Arzobispo de Los Angeles me ha concedido la petición de tomar un tiempo sabático comenzando al final de este mes de Abril y terminando la segunda semana de Agosto.
Quiero tener este tiempo primordialmente para crecer en mi relación con Dios, mi sacerdocio y mi vida espiritual. En este tiempo tendré la oportunidad de atender el retiro de un mes de los ejercicios de San Ignacio de Loyola en España. También tendré la oportunidad de pasar tiempo con mi familia y de tomar algunos cursos de la espiritualidad ignaciana en la ciudad de Guadalajara. Estoy pues muy agradecido por el apoyo ofrecido por P. Walter y P. Jey de tomar este tiempo sabático. Padre Walter se quedará como encargado de la parroquia durante este tiempo y nos encomendamos a sus oraciones. Al celebrar hoy la celebración de la Pasión de Nuestro Señor, abramos nuestro corazón lleno de esparanza para la preparación de la fiesta más grande, más solemne y más hermosa que tenemos que es la Fiesta de la Pascua de Resurrección de Cristo. Dios los Bendiga.
Lecturas de la Semana
Lunes: Is 42:1-7; Sal 27 (26):1-3, 13-14; Jn 12:1-11
Martes: Is 49:1-6; Sal 71 (70):1-6, 15, 17; Jn 13:21-33,36-38
Miércoles: Is 50:4-9a; Sal 69 (68):8-10, 21-22, 31, 33-34; Mt 26:14-25
Jueves:
Misa crismal: Is 61:1-3a, 6a, 8b-9; Sal 89 (88):21-22, 25, 27; Ap 1:5-8; Lc 4:16-21
Cena del Señor: Ex 12:1-8, 11-14; Sal 116 (115):12-13, 15-16bc, 17-18; 1 Cor 11:23-26; Jn 13:1-15
Viernes: Is 52:13 — 53:12; Sal 31 (30):2, 6, 12-13, 17, 25; Heb 4:14-16; 5:7-9; Jn 18:1 — 19:42
Sábado:
a) Gn 1:1 — 2:2 [1:1, 26-31a]; Sal 104 (103):1-2, 5-6, 10, 12, 13-14, 24, 35; o Sal 33:4-7,12-13,20-22;
b) Gn 22:1-18 [1-2, 9a, 10-13, 15-18]; Sal 16(15):5, 8-11;
c) Ex 14:15 — 15:1; Ex 15:1-6, 17-18;
d) Is 54:5-14; Sal 30 (29):2, 4-6, 11-13;
e) Is 55:1-11; Is 12:2-6;
f) Bar 3:9-15, 32 — 4:4; Sal 19 (18):8-11;
g) Ez 36:16-17a, 18-28; Sal 42 (41):3, 5; 43:3-4 o Is 12:2-3, 4bcd, 5-6 o Sal 51 (50):12-15, 18-19;
h) Rom 6:3-11; i) Sal 118 (117):1-2, 16-17, 22-23; Lc 24:1-12
Domingo: Hch 10:34a, 37-43; Sal 118 (117):1-2, 16-17, 22-23; Col 3:1-4 o 1 Cor 5:6b-8; Jn 20:1-9 o Lc 24:112
o (en la Misa de la tarde o la noche) Lc 24:13-35