Procurando la Santidad
Segundo Domingo de Cuaresma
“Señor, ten misericordia de nosotros.”Sal. 32
Sin correr con determinación hacia la santidad, podríamos decir que los que van a misa están engañándose a sí mismos, pues no tendría ningún sentido ni razón de ser si no estamos en un esfuerzo cotidiano por vivir como fieles discípulos de Cristo, procurando agradarle a El y no a nosotros mismos ni al mundo. La misa solo tiene razón de ser y provecho si está enmarcada en una vida de fe, y es parte del empeño por crecer en la vivencia cristiana o santidad.
Muchos que no vienen nunca a misa vienen el miércoles de ceniza, no queriendo otra cosa más que la ceniza. Si por ellos fuera, preferirían que no hubiera ni la breve liturgia de la palabra, se conforman con recibir la marca en la frente. No sé qué respuesta nos darían si les preguntamos sobre por qué quieren recibir la ceniza; tal vez variarían de unos a otros, pero en general es un vestigio muy pequeño de religiosidad que les ha quedado en medio del paganismo en el que viven inmersos a diario.
¿Sera algo supersticioso? ¿ Creerán que con eso agradan a Dios? ¿o más bien solo quieren agradarse a sí mismos y cumplir ese deseo que ni ellos mismos saben porque lo tienen? ¿creerán acaso en Dios? tal vez muchos responderían que sí, pero, ¿le dan algún lugar en su vida? ¿Será suficiente con esa fe vaga como una simple opinión subjetiva sin sustento alguno, como la creencia superficial de si hay o no hay extraterrestres? Muchos no pasan de ahí, de una creencia que no les afecta en su vida. Viven tranquilos sin Dios ni religión, conformándose con sentirse buenos, 0 al menos, no tan malos como otros, porque no matan ni roban, e incluso creyéndose suficientemente religiosos porque se persignan al acostarse o al levantarse o por ir los miércoles de ceniza.
¿Será que muchos de los que van a misa los domingos están en ese mismo nivel? Podríamos decir que muchos viven como paganos, aunque se sientan muy religiosos por ir a misa el domingo, sin que eso les libre para nada de su desorden egoísta, ni del pecado ni del criterio mundano en sus decisiones cotidianas.
Si el cristiano no está corriendo la carrera cristiana y dominándose a sí mismo, no se puede decir sea cristiano, aunque venga los miércoles de ceniza o todos los domingos. El cristianismo es una vida nueva en cristo, no unas prácticas religiosas. Lo esencial es la vida, las prácticas son medios para tener esa vida, pero sin esa vida, no tendrían sentido esos medios.
“Y todo el que compite en los juegos se abstiene de todo. Ellos lo hacen para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Por tanto, yo de esta manera corro, no como sin tener meta; de esta manera peleo, no como dando golpes al aire, sino que golpeo mi cuerpo y lo hago mi esclavo, no sea que, habiendo predicado a otros, yo mismo sea descalificado.”1 Corintios 9,25ss
Lecturas de la Semana
Lunes: Dn 9:4b-10; Sal 79 (78):8, 9, 11, 13; Lc 6:36-38
Martes: Is 1:10, 16-20; Sal 50 (49):8-9, 16bc-17, 21, 23; Mt 23:1-12
Miércoles: Jer 18:18-20; Sal 31 (30):5-6, 14-16; Mt 20:17-28
Jueves: Jer 17:5-10; Sal 1:1-4, 6; Lc 16:19-31
Viernes: Gn 37:3-4, 12-13a; 17b-28a; Sal 105 (104):16-21; Mt 21:33-43, 45-46
Sábado: Miq 7:14-15, 18-20; Sal 103 (102):1-4, 9-12; Lc 15:1-3, 11-32
Domingo: Ex 17:3-7; Sal 95 (94):1-2, 6-9; Rom 5:1-2, 5-8; Jn 4:5-42 [5-15, 19b-26, 39a, 40-42]