Español English María Inmaculada
Iglesia Católica / Pacoima, CA

El Reino De Dios está Cerca

Segundo Domingo de Adviento

“Ven, Señor, rey de justicia y de paz”Sal. 71

A nuestro alcance está el Reino de Dios, es decir podemos dejar reinar a Dios en nuestra vida y destronar nuestro ego y los ídolos falsos de este mundo para gozar del verdadero Reino de Dios, de los frutos y dones del Espíritu: reino de amor, gozo, paz, bondad, mansedumbre, reino de conocimiento, fortaleza, sabiduría, …

El anhelo de Dios es que su Espíritu nos invada y guíe, para que podamos convivir en paz, lobos con corderos, pues solo si le dejamos entrar y guiar nuestra vida, podremos experimentar su Reino de Amor. El instinto y tendencias del ego nos lleva de modo natural a herirnos y devorarnos unos a otros.

Es cierto que en este mundo solo de un modo imperfecto podemos vivir estos valores del cielo, a consecuencia del pecado. Pero Cristo nos pone al alcance esta vivencia propia de hijos de Dios y ciudadanos del cielo, pues tal es la dignidad que El nos dio y que podemos vivir si le abrimos por la fe.

“A los que lo recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen…”Juan 1, 12

La buena nueva es esta: El Reino de Dios esta a tu alcance. Nada ni nadie te lo puede quitar, como nos expresa la Palabra de muchos modos:

“¿quién me separara del amor de Dios? ¿la angustia, el hambre, la persecución, …? Nada de todo eso, ni la muerte ni la vida, ni presente ni futuro, nos podrá separar del amor de Dios manifestado en Cristo.”Cf. Romanos 8,35

Podrán maniatar su cuerpo, como hicieron con Juan Bautista, pero no pueden manipular su alma ni su fe. Este es el nivel espiritual que nadie puede cambiarlo mas que uno mismo. Uno decide lo que cree, lo que acepta en su mente y en su corazón y nadie puede imponerle otra cosa.

No hay que esperar a tener más dinero, ni a conseguir mejores condiciones, nuevos gobiernos, etc. El Reino de Dios lo podemos vivir hoy, y estamos llamados a vivirlo hoy, sin dejarlo para mañana. Para esto vino Jesús, para hacernos participes de su vida divina, para enseñarnos a vivir el Reino, que, si lo comenzamos a vivir aquí, nadie nos lo podrá arrebatar y lo viviremos eternamente y plenamente después de la muerte.

Se trata de vivir la vida cristiana, divina, espiritual y eterna. No hay que esperar a morir para empezar a vivirla. Debemos abrirnos a ese Don de Dios por la fe, por decisión libre y voluntaria, ya en este mundo, para poderlo recibir y disfrutar por toda la eternidad.

El no nos lo puede imponer, como nosotros no podemos imponer la fe para que tengan vida a nadie, es una decisión que cada persona debe hacer de abrir el corazón a Jesús por la fe. Y la fe requiere de la predicación, pues no podrán creer en un Dios del que no han escuchado.

Yo estoy a la puerta y llamo, si alguno me oye y me abre entraré… Conviértanse porque está cerca el Reino de Dios. Preparen el camino al Señor.

Lecturas de la Semana

Lunes: Is 35:1-10; Sal 85 (84):9ab, 10-14; Lc 5:17-26
Martes: Is 40:1-11; Sal 96 (95):1-3, 10ac, 11-13; Mt 18:12-14
Miércoles: Is 40:25-31; Sal 103 (102):1-4, 8, 10; Mt 11:28-30
Jueves: Gn 3:9-15, 20; Sal 98 (97):1-4; Ef 1:3-6, 11-12; Lc 1:26-38
Viernes: Is 48:17-19; Sal 1:1-4, 6; Mt 11:16-19
Sábado: Sir 48:1-4, 9-11; Sal 80 (79):2ac, 3b, 15-16, 18-19; Mt 17:9a, 10-13
Domingo: Is 35:1-6a, 10; Sal 146 (145):6-10; Sant 5:7-10; Mt 11:2-11

Los Santos y Otras Celebraciones

Domingo: 2do Domingo de Adviento
Martes: San Nicolás
Miércoles: San Ambrosio; Día para recordar Pearl Harbor
Jueves: Solemnidad de la Inmaculada Concepcion
Viernes: San Juan Diego
Sábado: Bienaventurada Virgen María de Loreto; Día Internacional de los derechos humanos

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