Variedad de Dones
Domingo de Pentecostes
“Reciban el espíritu santo. A los que les perdonen los pecados, les quederán perdonados. Y a los que no se les perdonan, les quedarán sin perdonar.” Juan 20:22-23
La comunidad cristiana reunida en el Cenáculo, a la espera del Espíritu Santo, ha suscitado durante mucho tiempo la imaginación cristiana. En nuestro tiempo, cuando la Iglesia tiene una larga historia de fe cristiana, pero ahora se enfrenta a muchos desafíos, podríamos volver a esta imagen. Como los primeros discípulos, a menudo no sabemos qué hacer a continuación. Lo que solía funcionar para nosotros ya no funciona tan bien. Tenemos que permanecer juntos, honrar la diversidad, reflexionar sobre las raíces de nuestra fe y permanecer arraigados en la oración.
Pero hay más. Pentecostés ha ocurrido y está ocurriendo. El Espíritu ya ha irrumpido en el mundo, ya se agita entre los que están confundidos sobre Dios. El libro de los Hechos cuenta la historia de una Iglesia continuamente empujada por el Espíritu, para unirse a lo que Dios ya estaba haciendo en el mundo. También nosotros estamos invitados no sólo a recordar nuestra unidad y nuestras raíces, sino a prestar una gran atención a la forma en que el Espíritu está actuando en nuestras comunidades locales.
En la segunda lectura de hoy, san Pablo escribe a la Iglesia de Corinto, una comunidad que sufre tensiones y divisiones en torno a los dones espirituales. Pablo les recuerda que el Espíritu comparte una variedad de dones; ninguno es mejor que otro, y todos son necesarios para toda la Iglesia. El Espíritu se revela en la diversidad de dones que ofrecen los individuos y los distintos grupos. El Espíritu desea que la Iglesia viva como un todo interdependiente y cohesionado, como el Cuerpo de Cristo.
Una parroquia puede ser una asociación colegiada en la que los feligreses, el clero y el personal ministerial pueden compartir con confianza los dones de Dios. Se pueden honrar los dones de personas y grupos de diversos orígenes. Los dones que tienden a ser menos visibles, como los de las finanzas, la custodia o la administración, pueden celebrarse tanto como los de la predicación y la música. Que podamos notar la gracia de Dios en esta diversidad.