El Niño Deseado
Segundo Domingo del Tiempo Ordinario
“Pero ella dijo a los que servían: ‘Hagan lo que él les diga'”. Juan 2:5
Los corintios parecen haber sido los hijos problemáticos de Pablo. Sus dos cartas a ellos son mucho más largas que cualquiera de sus otras cartas — dos, tres o cuatro veces más largas que algunas. Parece que, si los primeros cristianos de Corinto podían malinterpretar o hacer algo mal, lo hacían. Afortunadamente para nosotros, las dos cartas a los Corintios, aunque contienen mucho material didáctico o instructivo, también proporcionan algunos de los escritos más bien elaborados y llenos de gracia de Pablo. Esto es ciertamente cierto hoy en día, con a letanía de dones que el Espíritu concede a los fieles, incluso hasta el día de hoy. Pablo trata de calmar la disputa que parece haber existido, ya que los corintios trataban de reclamar un don u otro como más importante. Todos los dones proceden del mismo Espíritu, les recuerda Pablo, y los distintos dones se conceden en beneficio de la comunidad. Cuando los celos surgen en nuestro entorno, podemos recurrir a las ideas de Pablo para dejar de ser niños orgullosos y problemáticos.
En la escena evangélica de Caná, vemos a María dirigirse a su propio hijo, Jesús. Tal vez recordaba la fuerza del Espíritu que había fluido en su vientre en el momento de su encarnación, lo que la llevó a discernir que seguramente él debía tener dones otorgados por el Espíritu que podrían ayudar en la inminente crisis de la boda. Al igual que en la Anunciación, es posible que al principio no estuviera completamente segura de cómo se produciría esto, pero en Caná se dirigió a Jesús con fe. Con fe, sus palabras, “hagan lo que él les diga”, se hicieron eco de su respuesta a Gabriel: “Hágase en mí lo que tú digas”. En la fe, ella sabe que cualquier palabra que la Palabra diga está destinada a traer otra irrupción del Espíritu, otra manifestación del reino de Dios. Y tiene razón. Su maravilloso hijo, según nos cuenta el evangelista Juan, realizó allí su primer prodigio y señaló la presencia de lo divino en lo cotidiano.
Lecturas de la Semana
Lunes: 1 Sm 15:16-23; Sal 50 (49):8-9, 16bc-17, 21, 23; Mc 2:18-22
Martes: 1 Sm 16:1-13; Sal 89 (88):20-22, 27-28; Mc 2:23-28
Miércoles: 1 Sm 17:32-33, 37, 40-51; Sal 144 (143):1b, 2, 9-10; Mc 3:1-6
Jueves: 1 Sm 18:6-9; 19:1-7; Sal 56 (55):2-3, 9-13; Mc 3:7-12
Viernes: 1 Sm 24:3-21; Sal 57 (56):2-4, 6, 11; Mc 3:13-19
Sábado: 2 Sm 1:1-4, 11-12, 19, 23-27; Sal 80 (79):2-3, 5-7; Mc 3:20-21, o cualquiera de lecturas para el D a de Oración
Domingo: Neh 8:2-4a, 5-6, 8-10; Sal 19 (18):8-10, 15; 1 Cor 12:12-30 [12-14, 27]; Lc 1:1-4; 4:14-21
Los Santos y Otras Celebraciones
Domingo: Segundo Domingo del Tiempo Ordinario
Lunes: Día de Martin Luther King, Jr.
Martes: Semana de Oración por la Unidad Cristiana
Miércoles: La Teofanía en el calendario juliano (la epifanía)
Jueves: San Fabián; San Sebastián
Viernes: Santa Inés
Sábado: Día de Oración por la Protección Legal de la Criatura en el Vientre Materno